- por Alfredo FLOREZ
Pocos buenos momentos pudo sacarle Humberto Flores a los de Barralva
Se dio la última corrida de la temporada grande en el coso capitalino, el cartel prometía en el papel un cierre triunfal y darle con ello el broche de “Oro” que todos anhelamos, más no fue ni tantito así, ya que contribuyó en parte el ganado de Barralva que tuvo de chile de dulce y de manteca en el encierro que mando a la Plaza México. También acudió un público extraño que lo mismo aplaudida que levantaran a un caballo de pica tirado, que a pases y lances sin ajustarse de los matadores, pero también había en los tendidos de sol y sombra algunos despistados que igual que el juez Ricardo Balderas, vieron a un toro bravo con calidad y recorrido (¿?) y le premiaron con arrastre lento, algo que solo lo valen los toros que en verdad se lo ganan con la bravura, calidad y recorrido que no tuvo el premiado lidiado en segundo lugar cuando no lo valía, ni merecía.
Así con este público confirmó su alternativa el matador colombiano Luis Bolívar quien dejo en el ruedo un claro deseo de agradar, aunque fuera a costa de torear en cámara rápida a un toro de Barralva, que salió en quinto lugar y dio el feo espectáculo de escupirse de los capotes y de la suerte de varas en dos ocasiones, como un manso, pero que finalmente al tercer intento, se quedo para acudir en oleadas a una muleta de Luis Bolívar que a distancia le saco pases a base de técnica y conocimiento de lo que es torear a un toro de sangre española. Bolívar confirmó con el toro “Madrilisto” No. 100-4 de 480 kg., de manos de Humberto Flores y testigo Víctor Mora, quedando en salida al tercio por sus ganas de agradar y algunos buenos momentos al torearle de muleta y tres chicuelinas ajustadas. Al huidizo quinto le saco pases y le busco por todos lados lo que pudo, no siempre ajustado, pero si con voluntad y ganas, lo que le llegó a un público que lo mismo le coreo fuerte, que le recriminó que no le matara dignamente y en su salida al tercio se dividió la plaza en pitos y palmas.
Humberto Flores torero consentido de esta plaza, ahora se le vio en la orilla de los abucheados, pues en sus dos toros hubo poco acoplamiento y solo detalles aislados se le aplaudieron en sus dos toros, menos en el primero de su lote que fue áspero y siempre con la cabella arriba sin entregarse y su segundo parecía que cambiaría la decoración pero pronto se acabo y el público se le volteo a Humberto en tarde para no recordar. Además, cosa rara en Flores, pincho a sus enemigos repetidamente y eso le valió más pitos que palmas.
Si no igual, algo similar le paso a Víctor Mora, quien no tuvo enemigos como para hacerles faenas y salió además con espadas sin filo ni tino, para quedar en una tarde de más pena que gloria o mejor dicho, sin pena ni gloria para el buen torero que es Víctor Mora que con los de Barralva no se acomodo.
Gerardo Angelino de los subalternos, logro una salida al tercio por dos buenos pares de banderillas y los picadores todos aguantaron algunas embestidas fuertes de los Barralva.
Total, cierre sin triunfos de una temporada que fue más pareja en cuanto a cortes de orejas que otras.
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