23 julio 2010

las charlas con EL BARDO DE LA TAURINA


NI QUE FUERA PA’ TANTO

Hoy y siempre habrá que entender el toreo como un viacrucis que se agudiza para los que empiezan en cualquiera de las etapas, pero más  para los debutantes en la plaza más grande del mundo la que siempre impresiona aun estando vacía, así que si afrontarla es un logro, convencerla es un milagro y como esas rarezas casi no ocurren,  pues lo raro es que se juzgue a los que bailan el vals de presentación como si fueran unas ‘Chuchas cuereras’ de esas que en el Salón México, que no es lo mismo que la Plaza México se consagran tarde a tarde engarzando tanda tras tanda, aunque no por ello debemos dejar de exigirles a rabiar a los novilleros que se entreguen y de no dejar de reconocer que lo primero que se requiere para triunfar, pues es oficio y este solo llega placeándose y lo paradójico es que ahora ya casi no hay donde sumar tardes,  así que por ello mas que fustigar a los chavales vamos entendiéndoles, pero sobre todo comprendiéndoles pues esto de la toreada es tan canijo, al grado de que al pisar la macro plaza   los novilleros llegan incluso a pasmarse al grado de que se les traben las velocidades o que no resuelvan en la cara del toro como lo haría el maestro Enrique Ponce (20 años de alternativa), lo cual tampoco es un pecado pues hasta a Manolo Martínez le ocurrió, en escenario diferente pero igual de impactante aquel atardecer cuando se presentó en el monumental  Palacio de  Bellas Artes y lo único que su asombro le permitió expresar con voz atónita fue ‘A chingaos cuanto pinche mármol’ así que no seamos  tan ojeéis con el debutante  de la quinta novillada Cesar Ibelles que si bien es cierto llegó quinto, tampoco su novillo era de quinto grado como nos los quisieron  hacer ver los de Quinto Patio.  

¿Y LAS PORRAS?

Ahora  que el malparido del ‘Alex’  diluvió  varios estados ‘la familia taurina’  se ha manifestado en varias vertientes en pro de los perjudicados   una a través  de un torero en el retiro que vio la forma de pegarle un pase a la marquesina y a “su publimanera” tiró una idea debilucha tratando de organizar una toreada sin atractivo que por lo mismo no recaudaría más que unas cuantas monedas, por otro lado según se sabe  la plaza mas grande del mundo está dispuesta a abrir su graderío en pro de recolectar parné, a propósito ésta columna  ya puso sobre la mesa una idea   tendiente a llenar la Plaza México y por  ende el ‘marranito’, los   dueños de la bravura seguro jalan cuanti más los toreros pero entre todas estas voces que se han manifestado mis castos oídos no han escuchado que las porras que agrupa Contoromex, las peñas, las cofradías, los cultistas alcen la voz y digan aquí estamos dando la cara por los vapuleados ¿dónde quedó ese entusiasmo con el que acuden cada año a los medios  para anunciar sus premiaciones y tomarse la foto con el galardón a otorgar? y es  sin salirme del renglón,  me surge una propuesta consistente en que cada porra done una replica de su trofeo  emblemático como son las esculturas de los ‘Toreros Regios’, el ‘Bibliotauro’ etc. y que los grupo asuman el compromiso de vender un fajo de boletos para que venga la rifa  y la lana para a quienes les urge, de no ser así estaría yo pensando que eso de la ‘familia taurina’ es tan solo un espejismo.

                                    EL PEREZ LA BORDO

Apenitas hace unas horas fuimos convocados los cabales del más cabal que en el Castillo de su apellido lleva la grandeza torera, a compartir el vino a raudales y las viandas también, mas lo importante fue que al conjuro de Don Héctor los taurinos le echamos pasión a la fiesta de las pasiones y las voces autorizadas se hicieron escuchar en varias vertientes como las meramente toreras que casi al unísono coincidimos en que lo que le está faltando a la fiesta es el surgimiento de uno, dos, tres toreros que despierten auténtica pasión hasta alcanzar la idolatría, la juerga seguía, en lo artístico Magia la cantaora de los toreros y voz de la radio prendía la mecha con su ‘Silverio’, Jorge Gonzales Ortega  el ‘Artista del litigio’ ponía la replica, el ‘Trió Jade’ lucia a raudales y un auténtico torero de la legua un tal Luis Miguel Pérez, que es más padrote que el otro ‘Luismi’, se llevaba la noche jalándole al ‘Chingueré’ como torero chipén, cantando a corazón abierto, con más sentimiento que un gitano cachondo bailando por Bulerías pero sobretodo  chorreando ese algo que no se compra en las boticas, carisma, pasión, atracción y es cuando los taurinos urgimos que llegué a la Plaza México un novillero como éste que sin duda va a arrasar, gracias Luis Miguel Pérez por ser un torero de tiempo completo del que no se si en la monumental triunfará, pero de que armará un follón ni la menor duda me queda, pues este Pérez por su propio pie no va a salir  y en un descuido hasta un broncón arma y eso también cuenta  pues urge calentar la cazuela monumental ¡Ole chalao!

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