01 julio 2010

"Mis recuerdos de la Dinastía Silveti"


 Por: Antonio Casanueva


Para cualquiera que lea esta historia, pensará que impresionado o mas que eso, aprovechándome de como se va abriendo camino Diego allá por España, el menor de "La Dinastía Silveti" precisamente el hijo de nuestro admirado David,  las estoy inventando o en el mejor de los casos, se tratarán  de  viles mentiras, o simplemente que lo fui soñando, pero no, todo es absolutamente cierto y todo cuanto digo a continuación lo viví con la intensidad de siempre....a lo largo de mi vida  y por circunstancias del azar, en compañía de algún miembro de esa importante  y tradicional "Dinastía”.

Corrían los años cuarenta, para ser mas correcto diría que fue en 1945, cuando se desató en el mundo, pero muy especialmente en nuestro país una  grave epidemia  de poliomielitis o "Parálisis Infantil le llamaban por aquel entonces y como no existía todavía la llamada vacuna Salk,   que  vino a eliminar tan grave epidemia alrededor del mundo, ni el Gobierno de nuestro país hubiera estado en condiciones económicas de proveerla a los 5 o 6 millones  de niños que pudieran ser contagiados, la Secretaría de Salubridad y Asistencia de aquellos años, se concretó a vacunar a los estudiantes de las primarias oficiales y a su vez recomendar a los padres de familia, a través de  todos los medios a su alcance, que adquirieran la vacuna existente en las farmacias mas cercanas a sus domicilios e hicieran vacunar de inmediato a sus hijos.

En vista de las circunstancias, mi madre -no sin dificultades pecuniarias- pues ya tenía 5 hijos y las vacunas eran caritas, pues se trataba de varias dosis,  que se debían aplicar, se apersonó a La Farmacia Moderna,  que era llamada "la farmacia "los perritos" pues sus propietarios, ahí en la propia farmacia tenían infinidad de perritos de aquellos llamados ratoneros. Cabe aclarar el establecimiento que se encontraba  ubicado en las calles de Guillermo Prieto, en la colonia San Rafael a unos pasos de Velásquez de León, en donde nosotros vivíamos,  por lo que nos llevó al consultorio ubicado enfrente de la botica mencionada y en donde tarde a tarde a lo largo de toda una semana nos pusieron la tal vacuna.

Por  una feliz coincidencia imposible de prever, el doctor que nos atendió resultó ser muy aficionado a los toros y gran amigo entre otros de "El Meco" quien enfundado en su traje típicamente charro, pero campirano, que no de mariachi, sin mas adornos que la gran corbata  con la bandera tricolor, solía llegar cada tarde al mismo consultorio, en donde se reunía con una gran barra de otros aficionados tanto para  tomar café como para la charla de los acontecimientos taurinos.

Por lo que recuerdo haber conocido ahí mismo a Juan Silveti, el bisabuelo de este joven Diego, quien anda haciendo la lucha por allá por España y fue nada menos que el propio "Juan sin Miedo" quien ayudó al doctor, para ponerme las inyecciones de la vacuna de la polio, misma que lejos de doler, ….me supieron a gloria, ya que mientras el doctor me inyectaba, podía escuchar admirado, las anécdotas,  comentarios y tropelías tanto de Juan Silveti como de sus amigos, no  tan solo de su vida de alrededor de los toros, sino también en sus lides  revolucionarias,  sus amoríos y hasta en los palenques durante  las peleas de gallos a las que años mas tarde, ya retirado, dijo haberse convertido en gran aficionado , por lo que  solía recorrer ferias y palenques de nuestro país. Años mas tarde  en la década de los cincuentas durante las primeras temporadas del "Trigrillo" como se le llamaba a su hijo, Juanito Silveti, tuve la oportunidad de conocerle en los estudios de XEW, a donde asistía para concursar con Paco Malgesto en su programa  titulado “A los toros" donde obteníamos las entradas gratuitas para corridas y novilladas de la Plaza México a cambio de la respuesta correcta a alguna pregunta taurina.  Ante tal oportunidad, por supuesto que le conté, para mi, tan entrañable anécdota, quien al firmar mi libreta  de autógrafos,  me lo  mencionó diciendo: "para quien no corrió ni cuando lo inyectaban"

Los años pasaron y David su hijo, creció y se convirtió igualmente en torero y como su padre y abuelo viajó a España y confirmó su alternativa en Madrid, donde tuve el gran placer de estar en la plaza y por la noche, luego del tradicional descanso, entrevistarle por teléfono a Puebla en donde se escuchaba por la HR en La Peña Taurina y Deportiva transmitida todos los domingos con simpatía y sabor,  conducida por  el  Ing. Adolfo Kira  y gracias a esta entrevista, todos los aficionados poblanos se enteraron por voz propia de tan importante experiencia del  diestro.

 Me quedaría hablar un poco de Alejandro,  me tocó compartir con él gratos MOMENTOS  en plazas y ciudades españolas, quien sin duda es el mas desenvuelto mas espectacular y cordial en su trato,  matador de toros de la dinastía.  Ahora se ha convertido  en el tipo de publicista y promotor taurino, que mas necesitaba la fiesta  y por supuesto esta ayudando  con creces a la carrera de Diego.  Alejandro será indudablemente  determinante  en la cristalización de  sus  sueños.

Que mas podría esperar   respecto al desarrollo tanto personal como profesional de Diego,   que su nombre se escuche y vea  en todos los medios   de nuestro país, con  los comentarios de los principales medios españoles en México. Cosa por cierto,  antes era totalmente inusitada y desconocida, como no sea aquello que las agencias publicaban y eso cuando ellas lo requerían.  Así como las fotos del torero, tal y como se difundieron por todos los medios,  de su actuación en Barcelona  el domingo.  La verdad es que este joven –mas allá de ser un  gran prospecto-  heredero  directo  de la personalidad de su padre, con la tradición de la dinastía familiar, esta siendo mucho mejor manejado y administrado.


Diego, hijo del llorado David, nieto de Juanito, bisnieto de "Juan Sin Miedo"  y  sobrino de Alejando, que el domingo anterior ha salido  a jugarse la vida en la preciosa plaza de La Maestranza de Sevilla, en donde además de ser el triunfador de la tarde,  salió corneado recibiendo su bautizo de sangre allá en España con una cornada de dos trayectorias -que estoy seguro- no le impedirá, al contrario, le motivará para seguir adelante y toreará en el resto de las plazas de la península Ibérica en donde el nombre de La Dinastía Silveti,  es conocida desde hace mas de noventa años y consolidará su nombre para regresar triunfante a México.

 Antonio Casanueva



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