Javier Jiménez corta una oreja
(8 agosto 2010)
- Alejandro Escárcega
El primer espada fué el salmantino Daniel Martín El Dani (azul rey y oro) el cual se vió mal con Jarocho, número 17, negro bragado y cornidelantero con 490 kilos, el cual brincó de salida al callejón en la contrabarrera de los picadores; nada con el percal y brindó al escaso cónclave, para dar muletazos siendo desarmado en tres ocasiones y escuchar gritos de "toro, toro", con la toledana dejó una estocada tendida para ser pitado y aplausos al burel en el arrastre.
El quinto fué Esperado, número 46, entrepelado salpicado bragado meano y cornidelantero con 445 kilos, nada con el capote y sin brindar derechazos en la contraquerencia sin trascendencia en el tendido; estocada y descabello para escuchar silencio.
El capitalino Salvador López (sangre de pichón y oro) con Comandante, número 60, negro bragado meano y veleto con 455 kilos, capotazos y quite por saltilleras, con la pañosa, muletazos por alto y derechazos en la boca de riego; fatal con el acero, seis pinchazos y una estocada con un aviso entreverado desde el biombo de la autoridad, para escuchar pitos.
El sexto, Chicuelo, número 24, berrendo en cárdeno claro alunarado careto y cornivuelto con 400 kilos, López lo veroniqueó y lo llevó al caballo con atropelladas chicuelinas andantes; en el tercer tercio, muletazos sin dejar quietos los pies y se encaró con el público de sol que le recriminó su quehacer taurino; pinchazo y estocada para escuchar pitos.
El moreliano Alejandro Corona (obispo y oro) con Doble Letra, número 35, negro entrepelado bragado y cornivuelto tocado del izquierdo con 460 kilos, capotazos molestado por el viento y quitó por chicuelinas bajo la lluvia que ya no paró; faena muleteril por el lado diestro, estocada para escuchar silencio.
El séptimo fué Cunero, número 29, cárdeno obscuro salpicado bragado meano y cornidelantero con 415 kilos, nada con el percal y animoso con la pañosa dos péndulos y muletazos aguantando las descompuestas embestidas del burel; pinchazo, estocada y dos descabellos con un aviso para escuchar aplausos y pitos al novillo en el arrastre.
El sevillano Javier Jiménez (azul eléctrico y oro) estuvo bien con el noble Zapito, número 33, cárdeno nevado bragado y cornidelantero tocado del izquierdo con 440 kilos, verónicas cargando la suerte y llevó al caballo con chicuelinas andantes y quitó por ajustadas navarras. Le brindó al empapado público para hacer una faena en el fango con muletazos a media altura sobretodo con la siniestra a las nobilísimas embestidas del burel, culminadas con una certera estocada para cortar una oreja que le entregó el alguacilíllo Armando Ortega y arrastre lento para el astado ordenado por el juez de plaza Jorge Ramos.
Cerró el maratónico festejo con Tortolo, número 34, negro listón bragado meano y veleto con 380 kilos, un novillo que en cada embestida tiraba derrotes a diestra y siniestra, al cual el sevillano le echó valor y afición para escuchar los últimos aplausos de la tarde después de despacharlo de dos estocadas.
La Fiesta Brava, Valor, Técnica y Sentimiento
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