Y el artista, el hombre, el torero brotó de la orfandad que la fiesta está padeciendo, para darle nombre y apellido a la torería mexicana, Uriel Moreno a quien apodan “El Zapata”.
Así se hace Zapata. Así es como se conquistan los privilegios que unos tratan de escamotear y otros no saben defender en propia tierra, con el pendón de gallardía, talento y el orgullo de tu raza en alto.
remato en los medios.
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