26 abril 2011

Juan Pablo acaparó trofeos

JUAN Pablo, por los aires en su primero. 
FOTOS: ROSENDO ORTEGA
26 de abril de 2011
Digno desempeño de los begoña y mimiahuapam
  • por Horacio SOTO CASTRO
AGUASCALIENTES, Ags.- Un verdadero día de fiesta se vivió ayer en la plaza San Marcos (poco más de tres cuartos de entrada de gente que se le desparramaba el entusiasmo) y al Santo Patrono lo colmaron de regios regalos por parte de los alternantes, siendo Juan Pablo Sánchez quien se puso espléndido con una actuación excelsa al cortar tres orejas y un rabo, a Dientitos y a Amiguitos, respectivamente, merced a sendas faenas, y conquistar la medalla de San Marcos que estaba en disputa y que a partir de esta fecha quedó instituida, siendo el torero de la tierra el primero en obtenerla.

Sus paisanos no se cansaron de vitorearlo y le lanzaron sonoros gritos de ¡torero...!, ¡torero...! en reconocimiento a su brillante actuación y lo sacaron a hombros de la plaza entre el delirio general, al salir airoso del mano a mano pactado.

El diestro francés Sebastián Castella, por su parte, cortó una oreja, de mucho peso por una faena riñonuda, que epilogó con un estoconazo mojándose los dedos con que despeñó a Cofrade Maya.



EL ENCIERRO

Tal como se ha venido mencionando, esta corrida pasará a los anales de la historia escrita con letras de oro, por la reunión de seis toros castaños, que resultaron más que cumplidores, pues unos tuvieron mejor desempeño que otros, pero en general acudieron a las cabalgaduras y pelearon de firme, por su bravura. Fue una corrida ejemplarmente presentada, muy seria, no fácil, con el desempeño que da la edad y estos que se jugaron andaban arañando los cinco años. Lo que hicieron los matadores tiene un gran mérito. Sobresalieron los corridos en primero y sexto lugares, pertenecientes a la divisa de Begoña, cortándole el rabo al que cerró plaza. Y los que salieron en segundo y quinto lugares al que les tumbaron una oreja del hierro de San Miguel de Mimiahuapam. Fue una digna actuación de los toros.



JUAN PABLO

El joven aguascalentense no pudo tener mejor presentación ante sus paisanos como matador de toros, que le tributaron sonoras aclamaciones y él les respondió con su peculiar estilo de torear. Juan Pablo no tuvo un día de campo, pero a pesar de ello disfrutó intensamente su actuación y andaba a gusto en la cara de sus enemigos sin perder la sonrisa a pesar de que su primero lo puso en aprietos y estuvo a punto de ser herido.

Al torear de capa fue zarandeado feamente y gracias a su sangre fría no se soltó de los pitones. Y en otro par de ocasiones pudo ser empitonado, pero su aguante y valor lo sacaron ileso al ser trompicado únicamente. Y las dianas se desgranaron en honor a su valor y aguante. Los ayudados fueron largos y templados. Dejó tres cuartos de acero para liquidar al toro. Oreja y vuelta triunfal.

A su segundo, Arlequín, donde Gustavo Campos saludó en el tercio por sendos pares de banderillas, Juan Pablo le hizo una faena breve toreando por los dos lados, pero no estuvo muy certero con el acero y se apagaron las aclamaciones.

Pero en el que cerró plaza se prodigó en su quehacer taurino, primero al torear de capa. Y luego de brindarle a Elías Esparza "La Changuita", se fue al centro del ruedo y se dio a torear básicamente por el derecho en muletazo en redondo con temple en tandas largas, y no tardaron en sonar las entusiastas notas de "Pelea de gallos". Faena en que intercaló la dosantina y los pases de pecho, de gran calidad. Se fue por derecho para cobrar una magnífica estocada que reventó al toro. No se hicieron esperar los máximos trofeos para Juan Pablo Sánchez.

CASTELLA

El francés Sebastián Castella no las trajo todas consigo y salió con una oreja únicamente, merced a la faena riñonuda, enjundiosa, que le sacó a Cofrade Maya, que no fue una perita en dulce, por las complicaciones que sacó a relucir. Pero ahí mostró su maestría y conocimientos, sin dejar de mostrar su valor, y sus recursos de figura del toreo, así como su disposición buscando el triunfo. Faena básicamente derechista, intercalando naturales y de pecho, pero lo que le hizo le aplaudieron a rabiar. Estoconazo hasta la yema haciendo la cruz para una oreja.

En su primero, buena faena, pero sin transmisión y se retiró en silencio. Y en su segundo se lució al torear a la verónica y en chicuelitas ajustadas, pero con la muleta, el toro se empezó a quedar corto y poco pudo hacer.

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