- Luna TURQUESA
Publicado en Novedades Quintana Roo.
Parece que fue ayer cuando un espeluznante rastro de sangre recorría como un terrible presagio del callejón a la entrada de la enfermería, en una plaza que en ese momento debería estar vestida de feria, pero que esa tarde, decidió vestirse de incertidumbre. Vuelven a la memoria dramáticas escenas de un padre sollozando desesperado, inconsolable afuera de la enfermería, donde su hijo se encontraba tratando de llegar a un acuerdo con la muerte, negociando con ella una prórroga.
Pero esta no era la primera vez que ella y él se encontraban cara a cara. Eso pasa cuando se le provoca, cuando se le reta, cuando se le acerca a una distancia tan íntima, que se siente su tibio aliento susurrando al oído.
La primera vez que se vieron cara a cara, fue en Autlán de la Grana en 1996, y yo creo que ese encuentro, pese a lo dramático, no fue del todo desagradable, porque él se empeñó tarde a tarde en repetir proximidades, insinuaciones, en lanzarle miradas cómplices… y ante eso, era inevitable el reencuentro, y sucedió en Aguascalientes el 24 de abril de 2010.
Como todo gran romance que termina mal, nunca imaginábamos cuándo estaría de vuelta, con alma y corazón dispuestos de nuevo. Siempre cuesta reponerse, física, anímica y moralmente a un apasionado romance fallido.
Y ahora anuncia que está listo, que está de vuelta y que viene con todo.
Anuncia su retorno al camino de la pasión, de las cercanías, de la entrega y de la convicción, para el próximo 23 de julio en la Plaza de Valencia.
Así es, José Tomás, el mismo que se cuece aparte, el mismo que ya aseguró su espacio en la historia, aquel que marcó ya una época dentro del toreo moderno y que estuvo hace ya más de un año a punto de pasar del mito a la leyenda, lidiará toros de la ganadería de Núñez del Cuvillo, su ganadería consentida, la misma con la que reapareció tras 5 años de ausencia el 17 de junio de 2007, en Barcelona.
El mundo taurino estará pendiente de esta corrida hasta donde él lo permita, porque como sabemos, es un hombre celoso de su arte y de su credo y nunca ha sido partidario de los medios masivos, lo cual pone una barrera impenetrable a todos los que no estaremos ese día en la Plaza de Valencia, y nos priva de forma inmisericorde de dar testimonio de su regreso. Ojalá cambiara de parecer a este respecto. Pero lo importante es que este torero de misterio y de silencio, está de vuelta.
Y ese día en barrera estará Sabina, presto para plasmar con su corazón de poeta, lo que José Tomás realice con su alma de torero.
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