| Parece mentira, pero cada vez que sucede algún percance o cornada como la que se dio en Guadalajara, con el Monosabio Salvador Hernández y de la cual falleciera lamentablemente, nos ponemos a reflexionar sobre los “entradones” que hay en muchos callejones de las plazas de toros del mundo. En verdad que se acostumbra uno a ver tanta gente en ese callejón que pude ser un callejón sin salida, salida tal vez como el caso de Guadalajara, hacia otra forma de “vida” y sin embargo, habemos muchos que queremos estar lo más cerca de los toreros, de lo que sucede en los ruedos, sin pensar que ahí, a tan solo unos metros se encuentra la muerte en los pitones de los toros, en los percances que han cobrado victimas con heridas y cornadas que dejan marcados a quienes asisten a esos lugares y a sus familiares cuando son tan fatales como el del amigo Monosabio de Guadalajara. Pero ahí queremos estar, debiendo de ser parte de la responsabilidad de uno mismo y de las autoridades para no dejar pasar a todo aquel que Nada tiene que hacer en los callejones de las plazas de Toros. Urge una limpia en esos callejones, urge que las autoridades y los empresarios se pongan de acuerdo para no dejar pasar a tanta gente que nada tiene que hacer en ese lugar tan peligroso. |
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