11 de Julio de 2012.

Joselito Adame pide ayuda para su Mozo Por medio de una carta el torero pide ayuda para conseguir que a su Mozo le sea trasplantado un corazón CIUDAD DE MÉXICO (Martes 10 de julio) .- El torero Joselito Adame vive un drama pues su Mozo, Jacinto Salazar, necesita urgentemente un trasplante de corazón, es por eso que por medio de una carta pide que la ayuda del público para ayudar a que su compañero de cuadrilla se recupere lo antes posible. Aquí la carta Mi querido amigo Jacinto Salazar, mozo de espadas de Joselito Adame, necesita un corazón para ser trasplantado. El suyo no quiere latir al ritmo suficiente como para alargar sus 34 años porque está tan inflamado por culpa de un maldito virus que no le cabe en su sitio y por eso ahora espera, con latidos artificiales, la llegada del repuesto. Un repuesto no disponible en tiendas ni comercios, solamente en el sentimiento de alguien que en algún momento decidió firmar un compromiso donante de vida cuando la suya se vaya. No existe mayor ejemplo de generosidad que regalar los latidos de vida propia cuando desgraciadamente ya no se necesita. A ese donante anónimo quiero decirle que su corazón no va a encontrar un alojamiento mejor que la cavidad de Jacinto, que desde allá puede estar tranquilo y orgulloso por prolongar la vida de una persona que antes también fue donante de grandes momentos a los que le rodean y que en estos dias tan duros están a su alrededor para transmitirle toda la fe y confianza en una solución feliz mientra luchan por mantenerle la sonrisa que aún así regala. Ahora, dentro de una lista de espera tan desconocida como la forma de conseguir pronto el corazón solo se me ocurre pedir. Pero moralmente no puedo pedir que haya donantes porque el precio es el final. Tampoco puedo pedir donativos ni aportaciones, festivales ni sorteos. No se puede comprar lo que necesita ni hay mejores manos que las que ahora le atienden. Solo pido un pensamiento de apoyo a Jacinto con el deseo que pronto tenga de nuevo latidos naturales para seguir regalando alegría. Seguro que la suma hace la fuerza.