30 septiembre 2012

GRAN ESFUERZO DE SILVETI SIN RECOMPENSA



 EN EL MANO A MANO CON PONCE  
Máxima expectación, y lleno en los tendidos de la plaza Santa María de Querétaro, para presenciar en horario nocturno este viernes 28 de septiembre el mano a mano entre Enrique Ponce y Diego Silveti, que tuvieron que enfrentarse a cinco toros de La Estancia, y dos de Marrón, lidiados en primer turno como sobrero y en séptimo lugar como regalo, que no dieron facilidades ni juego para el lucimiento de los dos espadas. El resultado de los toreros fue el siguiente: Enrique Ponce, palmas, palmas tras aviso, palmas tras aviso y palmas tras aviso en el de regalo. Diego Silveti, palmas, ovación y gran ovación de despedida.
 
Fue una lástima que los aficionados no pudieran terminar de disfrutar debido al escaso juego que dieron los toros y también, como en el caso de Diego Silveti, que la espada le impidiera redondear el esfuerzo que hizo a lo largo de todo el festejo, lo que a buen seguro le hubiera valido la salida en hombros por la puerta grande, sobre todo después de lo realizado en el sexto de la noche. Con ese toro lo bordó con el capote, tanto de salida, como en los posteriores quites por chicuelinas y gaoneras. Silveti comenzó su faena con siete estatuarios sin mover las zapatillas, lo que provocó la entrega absoluta de la buena afición queretana. En ese momento sonó la música, y la faena tuvo gran altura, mostrándose siempre por encima del toro, quizá, uno de los que mejor juego dio de la corrida, aunque Silveti hubo de poner mucho de su parte para entusiasmar al público. Toreó bien por los dos lados, especialmente con la mano derecha, y sobresalieron los pases del desprecio, y el final por bernadinas, con el público en pie gritando ¡torero, torero! Desgraciadamente, tan buena faena no tuvo su refrendo con la espada. La estocada quedó muy tendida, descabelló sin éxito y tuvo que entrar de nuevo a matar. Otra vez tuvo que hacer uso del descabello y el éxito y la orejas quedaron en una fortísima y cerrada ovación de despedida en el centro del ruedo.
 
Los otros dos toros tuvieron muchas menos posibilidades. El segundo fue muy malo, pegando cabezazos para rajarse finalmente, y el que hizo cuarto tampoco tuvo clase. Sin embargo, Silveti le dio de salida y larga cambiada de rodillas con el capote, y se mostró valentísimo, tanto, que sufrió una voltereta de la que salió con la talequilla rota. No cedió un paso atrás y Silveti logró apurar lo poco que le ofreció el toro. Podía haber cortado una oreja, pero atravesó al toro con la espada.
 
Por su parte, el maestro Enrique Ponce, que venía a esta corrida con la máxima ilusión de compartir cartel con un torero joven al que aprecia y admira, y del que fue su padrino de confirmación en la Plaza México, no tuvo ninguna posibilidad para lucirse. Su primero de La Estancia volvió a los corrales por flojo, y el sobrero de Marrón que salió en su lugar no dio juego. Ponce estuvo decidido también con el tercero, que se rajó muy pronto. El sexto tampoco le ayudó, aunque con este falló repetidamente con la espada. Para compensar a la afición regaló un séptimo toro con el hierro de Marrón, pero tampoco fue posible el éxito debido al escaso juego del astado.

twitter: @DiegoSilveti

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