14 octubre 2012

ARTURO SALDÍVAR DESPUÉS DE MADRID.

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OPINIÓN PERSONAL
  • por Pedro Julio JIMENEZ VILLASEÑOR

Palabra que no entiendo la cosa esa dicha por papista, por sabios, por exigentes amargados de hablar que si no se cortan las orejas en las corridas se fracasa. Para mí tiene más merito salir avante en una corrida dura, y/o mala, que cortar apéndices a un buen toro, que desde luego el mentado merito es diferente. Vayamos por partes.
Un ejemplar bueno permite se le peguen muletazos que gustan al graderío, desde luego que dirán estas personas mencionadas que “el graderío” no tiene voz ni voto pero el sano lector sabe que así se dice a los asistentes a los cosos, conocen a que me refiero. Arturo Saldívar acaba de actuar en Madrid y esta es la reseña y resultado de la misma…  
-“Toros de Samuel Flores, segundo, tercero y sexto con el hierro de Manuela Agustina López Flores, de impecable presentación y de juego variado. El mejor, el segundo, aplaudido; con calidad pero sin fuerzas, tercero y quinto; manso y complicado el primero; deslucido el cuarto; y exigente el sexto… Eduardo Gallo: dos pinchazos y estocada caída (ovación); y cuatro pinchazos, estocada caída y descabello (silencio tras aviso)… Miguel Ángel Delgado: estocada muy trasera y tendida, y nueva estocada (ovación); y media (silencio)… Arturo Saldívar: estocada (silencio); y pinchazo y estocada (aviso y ovación tras petición insuficiente)”.-
Según mis conclusiones, a la distancia ya que por supuesto no estuve en la plaza, y lo anterior es copiado de un prestigiado diario español, la tercia sudó la gota gorda y el reconocimiento generalizado es muy positivo por haber lidiado correctamente. Mis conclusiones son pues de triunfo para la tercia, hicieron lo que los descastados bureles pedían y eso es harto meritorio, además la corrida era eso, una señora corrida de toro, toros con toda la barba y con edad, ellos no tuvieron culpa alguna de la mansedad y debilidad, la tercia, repito, creo superó con creces las dificultades expuestas por los samueles y los de doña Manuela.
Las orejas, bien decía Manolo Martínez, son retazos solamente, en la mente de los aficionados queda más el recuerdo de una buena serie de muletazos que la de un torero dando la vuelta al ruedo luciendo apéndice alguno… Ahora que si estos llegan, desde luego que son bienvenidos y se agradece. Pero…
Pero en la fiesta quien manda es el toro y si no los hay es imposible ver el espectáculo cual debe de ser, completo, y en Madrid solo se notó el profesionalismo de la tercia humana, las otras dos no se dejaron, los tres samueles y los tres de doña Manuela.

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