18 octubre 2012

Notas taurinas Francisco Lazo

Notas taurinas 
Francisco Lazo 
16 de octubre de 2012


  AMIGOS, un día como hoy 16 de octubre pero del año 1930 se reunieron 12 grandes y escrupulosos ganaderos de bravo para crear de acuerdo a las necesidades de la época: la Unión de Criadores de Toros de Lidia A. C., para proteger y salvaguardar sus intereses. En 1967, la Secretaria de Agricultura y Ganadería emitió un oficio señalando que dicha Unión quedaba registrada como Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, que como en toda actividad, cuenta con una reglamentación. Como antecedente tenemos que los iniciadores de esta asociación fueron los ganaderos D. Manuel M. Barbabosa Saldaña, de la ganadería de Atenco; D. Juan de Dios Barbabosa Saldaña, de San Diego de los Padres; D. Francisco y D. José Madrazo García Granados, de La Punta y Matancillas; D. Wiliulfo González y Carvajal, de Piedras Negras y La Laguna; D. Aurelio Carvajal y González, de Zotoluca; D. Miguel Dosamantes Rul, de Peñuelas; D. Edmundo y D. Jorge Guerrero Perrusquía, de Xajay; D. Eduardo y D. Jorge Jiménez del Moral, de Quiriceo, y D. Antonio Gómez Gordoa, de Malpaso; y al finalizar ese mismo año se agregaron los hierros de Rancho Seco y Coaxamaluca, y al siguiente, en 1931, se sumaron Jalpa y Santín, con las cuales ya sumaban quince ganaderías. De entonces a la fecha se ha creado un gigantesco sistema en la rigurosa selección de una simiente realmente extraordinaria, que ha producido nuevas vacadas hasta sumar en la actualidad alrededor de 300 ganaderías bravas bien organizadas que pastan en el campo bravo de nuestro país. La crianza del toro de lidia no es fácil, pero sí muy apasionante e interesante para el que quiera dedicarse a ello, y más aun cuando envían un encierro a una plaza cualquiera, que sea su categoría, si sale un toro con la calidad que buscan los escrupulosos criadores, éstos estarán más que orgullosos de su hato. Esta actividad ganadera genera muchos empleos, directa e indirectamente, perfeccionándose cada vez más la reproducción de las reses para promover al toreo, nutriendo de toros a más de 900 festejos que se celebran aproximadamente en plazas de nuestro país en el transcurso del año, con un desplazamiento constante y nutrido en diferentes funciones, entre corridas, novilladas y festivales que promueven al toreo. Es increíble, pues la actividad taurina en tiempos de bonanza con ganado bravo, de calidad y alternantes que puedan hacerle fiestas, con lo cual se garantiza un alto porcentaje de éxito tanto artístico como económico, estimulado por la multitudinaria asistencia en los tendidos. A lo largo pues de la fundación de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia en nuestro país, los ganaderos han cruzado por caminos complicados pero al mismo tiempo favorables, por los buenos resultados que han tenido sus hatos y lo que han logrado apoyándose entre sí, y como México es torero, si en los peores tiempos los públicos se retratan en los tendidos, no se diga en los buenos. Hay materia prima pues para el espectáculo, y no vamos a negar que nos falta lo otro, que ya estamos viendo aparecer: el nacimiento de jóvenes toreros que han traído otra vez la esperanza a nuestra fiesta, viéndoles andar con el valor que se requiere, decididos y prestos a desarrollar sus buenas maneras, que son bastantes, y lo que requieren ahora es práctica para llegar a las alturas y alcanzar el triunfo. Y amigos, particularmente en la ya muy próxima temporada grande en nuestra gran Plaza México, veremos mucho de este ganado y jóvenes toreros, pues como es costumbre, se juegan reses de calidad, que habrán de enfrentar matadores de reciente alternativa, que se vienen abriendo camino decididamente, por su forma de interpretar el toreo, por lo que bien pudieran consolidarse rápidamente como figuras de los ruedos. 
Comentarios a flazo@esto.com.mx

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