21 noviembre 2012

RINCON TAURINO (20/XI/2012)



“Morante soberbio, iluminó el ruedo de la México”
  • Por: Antonio Casanueva
  • fotos de Edmundo TOCA

Este pasado lunes, como si estuviera toreando tan solo para El Supremo Hacedor, José Antonio   “Morante de la Pueblaverdaderamente ilúminó el ruedo de la “Monumental” plaza México, durante la quinta corrida de la temporada 2012-13 realizando un toreo auténticamente celestial,  como de nadie mas su hubiera podido esperar en dicho coso o en cualquiera otro del mundo.  En efecto así fue, de tal manera que para los 18 o 20 mil asistentes a la corrida del 19 de noviembre, durante la quinta corrida de la temporada,  en la que como si el empresario del coso, quisiera insistirle al destino de lo revolucionario de la fecha, trajo desde lejana tierras, a “Morante de la Puebla” para que el público capitalino pudiera sublimarse con su toreo, ya que como es bien sabido, este increíble personaje, cuando viste su peculiar terno de luces pareciera quedar embebido o si se me permite la expresión: bendecido con “La gracia de Dios”, realizando la mas bella, inteligente e inspirada faena, que sin duda había sido ejecutada en dicho coso desde su inauguración, allá por los tiempos de “Manolete”, hace algo mas que 65 años.


Si bien es cierto que Morante no se acomodó por completo durante la faena de su primer enemigo, regalando a  la concurrencia tan solo con algunos destellos de su arte. Con su segundo “Chatote” bello ejemplar, bien presentado procedente de la ganadería de San Isidro a diferencia del anterior que era, ya que la corrida se anunció como una corrida parchada, con animales de Jorge María, los que como se esperaba, salieron auténticamente malos, difíciles y descastados, realizó una faena bellísima, plena de entendimiento a las limitaciones y requerimientos del animal y olvidando las dificultades  presentadas inicialmente terminó siendo un dechado de bondad al que toreó por ambos lados, enseñándolo  a embestir y llevándolo materialmente embebido a su muleta, con su incomparable muleta, plena de arte, belleza y como lo demostrara con la realización de la lidia a “Chatote”, oficio y conocimientos taurómacos para convertir a ese difícil y complicado animal en uno de seda, con el que realizara tan bella e inolvidable faena en la que materialmente, Morante, llevaba al animal embebido en su muleta, realizando una faena básicamente izquierdista con los destellos mas maravillosos del arte de torear que pudieran haberse visto en ese coso. 


Sin duda, para quienes tuvimos la oportunidad de presenciar  tan incomparable faena,  una culminación auténtica de arte,   luego de terminar rápido y con precisión  con la espada  el Juez de plaza emocionado, otorgó de inmediato las dos orejas,  protestadas por aquellos asistentes, quienes no estando en “La Gracia Divina”, seguramente se encontraban  mentalmente impedidos para comprender tan inmensa belleza, con lo que  una vez mas quedara demostrado que para sentir las cosas bellas de tal magnitud, sin duda se requiere estar poseídos por la Gracia.


La Faena  a “Chatote” no solo fue bella, sino completa  gracias al entendimiento de las necesidades que el toro tenía . Gracias especialmente a “Morante de La Puebla”,   su lidiador lo enseñó materialmente a embestir, limando poco a poco sus asperezas, limitaciones y defectos, toreó fundamentalmente por el  lado izquierdo  con muletazos  por abajo y en redondo, algunos de los cuales resultaron ser verdaderamente largos, templados y perfectamente eslabonados   uno a continuación del otro, para rematar las series con brillantes pases por altos, intercalados  con bellos trincherazos, todos ellos impregnados de un arte sublime, por decirlo con dos palabras; de increíble corte “morantista”. En pocas palabras, un toreo auténtico, personal y sin copiar a nadie.

Olé por los toreros buenos y de gran clase.

Antonio Casanueva


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