DIEGO SILVETI LE CORTA EL RABO A "CHARRO CANTOR"
11 DE DICIEMBRE DE 2011
Vestido de blanco y oro, y luciendo un capote de paseo verde pistacho con la imagen de la Virgen de Guadalupe que era propiedad de su padre, el gran David Silveti, Diego volvió a la Monumental después de su confirmación de alternativa el 6 de noviembre inmediato. Con pocas opciones con su primer toro, animal sin clase y sin humillar con el que Diego se mostró por encima con capote y muleta, y al que no acertó con los aceros de muerte, todo quedó aplazo para el último de su lote.
"Charro Cantor" fue un gran toro, por su clase, boyantía y bravura, animal completo para el que se pedió el indulto, y que propició un gran espectáculo. Diego, que ya lo había toreado muy embraguetado a la verónica de salida, y también en un gran quite por cordobinas, compuso una de sus mejores y más redondas faenas. Pronto entendió al animal, en su ritmo y en su distancia, y desde el comienzo Silveti se acopló perfectamente a las grandes condiciones del toro. Lo hizo por los dos pitones, muy roto siempre, poniendo todo el sentimiento en cada uno de los muchos muletazos que instrumentó. Sensacionales las primeras tandas en redondo, para ligar después un toreo al natural extraordinario, por el encaje, la profundidad y lo despacio que toreó. Los tendidos se entregaron de la misma manera a la faena, y durante varios pasajes corearon el grito de ¡torero, torero!
El temple también estuvo acompañado de la inspiración y, sobre todo, del sentimiento. Silveti se dejó ir en todo momento, en el toreo fundamental, y también en los adornos, en los remates, en los circulares y en unas apretadísimas bernadinas que que terminaron de completar una faena redonda e histórica.
Con fuerte petición de indulto para el gran toro, Silveti siguió toreando, pero sin forzar nunca el perdón del toro. Una vez cuadrado se volcó tras la espada con la misma verdad con que lo había toreado, y las dos orejas y el rabo fueron unánimes. También el arrastre lento al toro. La plaza fue un volcán cuando el animal rodó y la emoción inundó los tendidos. La vuelta al ruedo con los máximos trofeos fue de las que no se olvidan, como lo fue el triunfo de Diego Silveti que se marchó a hombros entre los gritos de ¡torero, torero!
Diego Silveti estuvo acompañado ese día por Guillermo Capetillo (ovación y pitos tras aviso) y Alejandro Talavante (ovación, palmas y silencio en el de regalo). Se lidiaron 7 toros de Los Encinos.
Desde esa tarde, Diego Silveti forma parte de la historia de la Plaza México. Un coso en el que Diego ha seguido triunfando, pues esta misma temporada, en la tarde inaugura, perdió la puerta grande por fallar con la espada; y en la segunda, el domigno 25 de noviembre, salió en hombros después de otra faena importante, acompañando en la salida en hombros de El Juli y Arturo Saldívar.
Ya ha pasado un año del encuentro entre Diego Silveti y "Charro Cantor". Y había que recordarlo.
e.mail: prensasilveti@hotmail.com
twitter: @DiegoSilveti
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