En la tarde de hoy, viernes 3 de mayo, el matador de toros Diego Silveti cumplimentó su tercer compromiso en la Feria de Aguascalientes, cortando la única oreja del festejo, aunque hubiesen sido dos de no haber tenido que descabellar. Aún así, positivo y muy esperanzador de cara al futuro el paso del joven torero de dinastía por tan importante serial. En esta ocasión estuvo acompañado por Zotoluco y el diestro francés Sebastián Castella. Con tres cuartos de entrada cubiertos, se lidiaron seis toros de Teófilo Gómez, bien presentados, que no dieron mucho juego, y un sobrero de regalo lidiado como séptimo, con el hierro de Montecristo, deslucido. El resultado de los toreros fue el siguiente: Zotoluco, palmas, silencio y silencio en el de regalo; Sebastián Castella, silencio y silencio; y Diego Silveti, oreja y palmas.
No dio el juego esperado la corrida de Teófilo Gómez, por lo que la actuación de esta importante terna no pudo ser todo lo exitosa que podía esperarse. El triunfador de la tarde fue Diego Silveti, que con el tercero consiguió los mejores momentos. Lo toreó bien de salida con el capote, con varias verónicas de gusto y temple, para brindar después al público. El comienzo de la faena tuvo lugar en el tercio, a pies juntos, con firmeza y una enorme disposición. La primera tanda por el pitón derecho fue soberbia, y en el remate con el pase de pecho comenzó a sonar la música. Otra tanda más por el derecho, para echarsela después Silveti a la mano izquierda, consiguiendo naturales de trazo muy largo y templado. Muy rematada fue la primera tanda por el pitón izquierdo, manteniendo la faena un tono alto. Se mantuvo hasta el final, pues las bernadinas con las que remató tuvieron ajuste y mucha torería, pasandose al toro muy cerca. Los aficionados se entregaron de principio a fin con la actuación de Diego, pero al manejar la espada colocó media estocada y hubo de descabellar, por lo que el premio se quedó solo en una sola oreja. Lamentablemente no pudo redondear con el sexto, cuya muerte brindó Silveti al maestro Fermín Espinosa "Armillita". El toro pegó muchos cabezados y nunca quiso embestir de verdad. Diego lo intentó con valor y recursos, pero fue imposible el éxito.
Durante toda la tarde Zotoluco dio la cara, demostrando su condición de figura. El primer toro de la tarde, complicado, le pegó una seria voltereta, pero Eulalio López volvió a la cara sin mirarse, con raza y mucha entrega. Antes ya se había esforzado por los dos pitones. El derecho, que fue por donde finalmente le echó mano, fue muy complicado. Algo más se dejó por el izquierdo, lado por donde Zotoluco tiró del toro con recursos, valor y mucha técnica, robando naturales de gran mérito. Acortó las distancias con valor, situándose muy cerca del toro para apurar al máximo sus cortas embestidas. Tras una estocada caída tuvo que volver a entrar a matar y escuchó fuertes palmas. Al cuarto lo recibió con largas cambiadas de rodilla. Lo brindó al público, pero el toro se negó a embestir. De viaje corto y muy deslucido, Zotoluco solo tuvo opción a intentarlo por los dos pitones. En su ánimo por triunfar decidió regalar un sobrero de Montecristo, que también resultó complicado y de poco juego, sumándose además un fuerte viento. Lo mató de tres pinchazos y fue silenciado.
Tampoco tuvo fortuna en el sorteo el francés Sebastián Castella, que toreó muy bien de capote al segundo de la tarde, especialmente en un quite por chicuelinas. El toro desarrolló sentido y Sebastián estuvo valiente, aunque sin posibilidad de rematar faena. No tuvo ni fuerza ni clase el quinto. Castella lo intentó en una faena larga, que terminó en silencio.
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