12 junio 2013

Casos y Cosas de Toros / LA CATEDRA MADRILEÑA

  • Héctor Budar

La Catedral Madrileña.

Madrid tiene templos católicos muy hermosos, pero no tiene catedral, la más próxima es la bella catedral de Toledo que abre sus puertas diariamente al culto religioso. En cambio Madrid tiene la catedral del culto taurino con una puerta difícil de abrir. Templo complicado para cualquier oficiante, ya que sus entendidos parroquianos, sin distinción de nacionalidad tratan a todos con severidad.

Este año oficiaron, en breve lapso cinco mexicanos, iniciando el guanajuatense David Silveti seguido por los hidrocálidos Arturo Saldivar y Joselito Adame. Los tres fueron convincentes en su actitud de triunfo, con premios de orejas, el último de este orden con 2 orejas en 2 actuaciones. Posterior a ellos el bisoño tlaxcalteca Sergio Flores que pagó con sangre su confirmación. Cerrando el serial Juan Pablo Sánchez de refinado quehacer con  linaje torero .Desgraciadamente no tuvo colaboración. Los cinco no solo iban dispuestos a triunfar si no llevaban la firme actitud de abrir esa puerta cerrada a calicanto. Aun así que gran satisfacción nos dieron, hacía tiempo que deseábamos un logro como este, no por falta de calidad de los nuestros, si no porque desde la última cacaraqueada oreja que cortó el maestro Zotoluco, no iban mexicanos al templo mayor de Madrid. También se habla del tiempo transcurrido que un diestro azteca no abre esa puerta grande de las ventas, desde que el maestro Eloy salió en volandas por la calle de Alcalá. Pero no se habla del gran bache que padecimos.

No obstante en aquellos años teníamos una importante baraja de toreros. Solo por mencionar un quinteto compuesto por, Manolo Martínez, Eloy Cavazos, Curro Rivera, Antonio Lomelín y Mariano Ramos; solamente tres de ellos dejaron  huella en ese albero. El ya mencionado regiomontano Cavazos, el diestro acapulqueño Antonio Lomelín el día de su confirmación, el 28 de Mayo de 1970 durante la feria de San Isidro, que le tumbó tres orejas a los toros de Alonso Moreno.

El otro fue el maestro Curro Rivera, titulado por el cronista Fernando Vinyes, en sus inicios de novillero, “El Torero Psicodélico” por sus adornos en los cites con la muleta para fijar al toro, título superficial acorde a esa época.

Su debut en Madrid tuvo lugar el 19 de mayo de 1971. La presentación de Curro en el Coso Madrileño marcó su paso firme de torero consagrado ante los públicos exigentes. Con reserva, como es el aficionado de Madrid.

Antonio Bienvenida le cedió los trastos para que Curro muleteara a Belluco y vaya si lo muleteo con arte y mando digno del ruedo en donde  estaba. Los derechazos como los de pecho largos, y los naturales, ligando al tardo burel para sacárselo con los de pecho. En la estocada Curro, hizo todo, pues el toro, que era un galán, se quedó parado.

Ovación grande, oreja y la petición de otra que no se concedió. Vuelta al ruedo entre palmas y prendas de vestir de la porra de ingenieros de la plaza México.

Al año siguiente el 22 de mayo de 1972, cortó cuatro orejas en esa plaza alternando con Andrés  Vázquez  y Palomo Linares que igualó la cuota, pero el presidente (Juez de plaza) se envolvió en la bandera española y le regaló el rabo. Obsequio muy criticado que le costo el puesto.

Cuatro décadas antes al reanudarse las relaciones taurinas en 1944. Carlos Arruza en su confirmación madrileña salió a hombros por cortarle dos orejas a su lote de Muriel.

Únicamente al maestro Silverio Pérez no le importó confirmar en Madrid pues al ver los toros pretextó tener una infección en la vista por lo que veía doble. A su regreso a la patria, en una entrevista le preguntaron ¿Es verdad qué usted veía dos toros? y él contestó con sorna, la verdad es que no los quería ver yo no fui a España a Tratar de ser figura porque ya lo era si las figuras de allá no tragaban “leña” ¿Por qué habría de hacerlo yo?

Terminamos con una anécdota:
El recordado doctor Hoyo Montes, muy amigo del faraón, cuando regreso de España le ofreció una comida a la cual asistió el cómico Mario Moreno “Cantinflas” quien se sentó al lado de Silverio al notar que solo quedaba uno de los ricos bocadillos que habían servido de entrada, ambos quisieron cogerlo ganándole la intención Cantinflas, quien antes de llevárselo a la boca le dijo: “Compadre” tú que vez doble comete el otro”…  ¡CASOS Y COSAS DE TOROS!

Hasta el próximo miércoles 19 de Junio, ¡Suerte y todos Pa´lante!
Comentarios y sugerencias: hector_budar@yahoo.es

diariopue@prodigy.net.mx

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