21 julio 2013

PUERTA GRANDE PARA DIEGO SILVETI EN CHATEAURENARD


El diestro mexicano cortó dos orejas a un encierro de Alcurrucén
Compartió puerta grande con Juan José Padilla
En la tarde de hoy, en la plaza francesa de Chateaurenard, Diego Silveti consiguió salir en hombros en esta su vuelta a los ruedos europeos, después de dos meses sin vestir de luces. Sin embargo, el joven torero de dinastía demostró que no ha perdido ritmo a las embestidas, mostrándose a gran nivel con sus dos toros. Compartió puerta grande con Juan José Padilla, mientras que Sebastián Castella, con el peor lote, no pudo acompañar a sus compañeros por la puerta grande.
Con cerca de tres cuartos de entrada cubiertos, se lidiaron seis toros de Alcurrucén, de variado juego, con el resultado siguiente por parte de la terna: Juan José Padilla, oreja y dos orejas; Sebastián Castella, ovación y ovación; y Diego Silveti, oreja y oreja.



Completa resultó la lidia del tercer toro de la tarde por parte de Diego Silveti, que desde el primero momento demostró su intención y ansias de triunfo. Bueno fue su saludo a la verónica, y también un gran quite por gaoneras, momento que puso a la afición en pie. El toro, de buenas hechuras y humillando siempre, le sirvió a Diego para construir una buena faena. La inició por estatuarios, con los pies atornillados a la arena y un cambio por la espalda. Gran inicio, para continuar después con varias series por el pitón derecho muy profundos. También tuvo altura su toreo al natural, templados y despaciosos, abrochando las series con hondos pases de pecho. El final por manoletinas tuvo emotividad, paseando una oreja, después de una estocada de la que tardó en rodar el toro. Con este trofeo empujó la puerta grande, consiguiéndola finalmente al cortar otra oreja del sexto toro de la tarde, un animal de embestida más brusca y de menos clase, con el que Silveti, que recibió un fuerte golpe en la cara, por fortuna sin mayores consecuencias, entendió bien al toro y se mostró muy por encima de su condición. Meritorio siempre,  el público vio las dificultades del toro y la buena labor del diestro.
Juan José Padilla no escatimó entrega durante toda la tarde, cosechando tres orejas y la entrega máxima de los aficionados. La primera oreja la paseó de un toro noble que duró poco, al que cuajó una faena variada. Y las dos paseó del cuarto, al que recibió con cinco largas cambiadas de rodillas, mostrando siempre una gran entrega el diestro jerezano. De rodillas primero, y luego de pie, la labor de Padilla fue todo arrojo, llegando con fuerza a los tendidos.


No pudo acompañar a sus compañeros de cartel en la salida a hombros el francés Sebastián Castella, ovacionado a la muerte de sus dos toros, sin duda, los de mejor juego de la corrida de Alcurrucén. Larga fue su primera faena, en la que destacó primero en un gran quite por chicuelinas, y se negó a embestir el quinto, por lo que su esfuerzo no pudo tener recompensa.


twitter: @DiegoSilveti
@PrensaSilveti

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