14 octubre 2013

PACHUCA / LA CRÓNICA

 Gravísima cornada en el cuello a Juan Luis Silis en Pachuca 
...con el peligrosísimo Peletero, número 78...
foto TOCA
  • por Alejandro Escárcega

(13 octubre 2013) 

En la corrida de feria en la Plaza de Toros Vicente Segura de Pachuca, ante la mejor entrada de lo que va del serial, en una tarde soleada y ventosa, se lidió un encierro de la ganadería de José Julián Llaguno, bien presentado pero con toros peligrosos y complicados, uno de Arroyo Zarco regular y para rejones, uno de La Venta del Refugio y otro de Fernando de la Mora, buenos, para Leonardo Hernández, silencio y dos orejas, Joaquín Díaz Cuqui de Utrera, silencio y palmas, Uriel Moreno El Zapata, oreja, oreja y oreja, y Juan Luis Silis, cornada en el cuello con rotura de la carótida.

Abrió el festejo el rejoneador español Leonardo Hernández (corto azabache y gris) con un toro de La Venta del Refugio, Benefactor, número 69, negro bragado y capacho con 450 kilos, un astado que salió rengueando de la pata izquierda, y conforme transcurrió la lidia fue a más; un rejón, 6 banderillas y tres más de cortas, montando.a cuatro diferentes cabalgaduras hicieron ser aplaudido, pero muy mal con el rejón de muerte para escuchar silencio.

Con el quinto de la tarde, Agradecido de Fernando de la Mora, número 254, negro mulato y paliabierto tocado del derecho con450 kilos, hizo una actuación llena de torerismo, llevando al toro pegado al estribo en una vuelta entera al redondel y coronada con un rejón de muerte para cortar dos orejas.

Joaquín Díaz Cuqui  de Utrera (albo y azabache) con Rebocero, número 53, negro bragado y cornidelantero tocado del derecho, con 453 kilos, dos verónicas y dos medias por el pitón izquierdo de recibo; llevó hacia el caballo por chicuelinas y con la pañosa, el toro no tragó nada por el pitón derecho y con la siniestra, dos series de naturales a un toro difícil que cuando embestía, sabía lo que dejaba atrás, por lo cual Cuqui cortó por lo sano y dejó una estocada para escuchar silencio.

El séptimo fue Juanito número 23, negro bragado meano y cornivuelto, poco con el percal y con la pañosa en el mismo tenor a un toro engatillado que no embestía ni por equivocación y que despachó de pinchazo en lo alto y estocada para escuchar palmas y pitos al toro en el arrastre.

Uriel Moreno El Zapata (naranja y azabache) con Fontanero, número 69, negro bragado y veleto con 450 kilos, dos zapopinas de hinojos en tablas. Lo banderilleó, al quiebro en los medios, al cuarteo y al violin de las tablas al tercio. Le brindó al cónclave hidalguense para muletear a otro mal toro de Llaguno y que gracias a un estoconazo hasta los gavilanes le sirvió para cortar una oreja y pitos al toro en el arrastre.

El sexto fue de la ganadería de Arroyo Zarco, Detalle, número 5, berrendo en negro rabicano lucero y cornidelantero con 510 kilos, bien con el percal y buena puya de César Morales. Banderilleó, dejando dos pares al violín y uno al cuarteo. Sin brindar, cinco muletazos de hinojos en tablas, para realizar una faena con la marca de la casa, plena de adornos y desplantes; pinchazo y estocadón para cortar una oreja.

Cerró el festejo con el toro que le correspondía a Silis, Abogado, número 24, negro mulato y cornidelantero con 480 kilos, el cual a la postre resultó el menos malo del encierro de Llaguno. Con el percal armó la escandalera al ejecutar el Imposible hasta en dos ocasiones. Banderilleó lucidamente y con la pañosa, hizo la faena de la tarde, con muletazos de todas marcas y que culminó de estocada tendida para cortar otra oreja y aplausos al toro en el arrastre. El Zapata le entregó la oreja a la cuadrilla de Silis para que dieran la vuelta al ruedo con ella.

Juan Luis Silis (grosella y azabache) con el peligrosísimo Peletero, número 78, negro bragado y cornivuelto bizco del derecho con455 kilos, veroniqueó aguantando horrores y quitó por ajustadísimas gaoneras. Brindó a todos para realizar un trasteo pleno de profesionalismo, entrega y torerismo, bajo los acordes de En er Mundo interpretado por la Banda Sinfónica del Estado de Hidalgo, al final del trasteo al muletearlo con la siniestra fue cogido, llevándose una espeluznante cornada en el cuello del lado izquierdo que le partió la arteria carótida externa. Su astado fue pasaportado por Cuqui de Utrera y Silis fue trasladado al cercano hospital del ISSSTE en donde fue operado, quedando en terapia intensiva y en estado grave pero estable.

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