TRES ESPADAS mexicanos, Joselito Adame, Arturo Saldívar y Diego Silveti. Tres muchachos triunfadores en sus respectivas pasadas campañas españolas, mismos que no aflojaron el paso en el reciente regreso profesional a este su país y ahora, juntos, los veremos en la Monumental Plaza México el próximo domingo, enorme termómetro para ver el poder de convocatoria que tienen quienes decimos son “el nuevo combustible” de la toreria mexicana. Y no solo ellos, los que visten de luces, los civiles también cuentan, palparemos que tan adentrados están para poder y querer impulsar a la sangre nueva nacional. Vamos a ver si aquellos que decían que… “Siempre aposté por ellos…” se dejan ver por las taquillas. Los de Barralva, sangre hispana de don Atanasio Fernández, es lo que se lidia.
NADIE DUDA que la nueva hornada de espadas paisanos ya la tenemos “a la mano”, todos los conocemos y así como vayan consolidándose veremos, también de la mano, el que ciertos toreros digan adiós a la profesión. El tiempo no perdona, a algunos los ha alcanzado, nadie se le escapa y en su momento de quienes hoy nos ocupamos pasaran por las mismas. Es la ley de la vida pero no adelantemos vísperas, por lo pronto deseamos los de Barralva se presten para la consolidación de esta tercia. Desde hace años Arturo Saldívar me confesó que la procedencia de estos astados siempre le ha gustado.
“AMBOS TRES” están familiarizados con los encastes españoles y eso es alentador sobre el resultado a ver el domingo. Pero…
PERO PARA su servidor el toreo no es solo pegar “pases bonitos”, torear es primeramente lidiar, situación completamente diferente a pegar pases, estructurar faenas de acuerdo a las condiciones que presente el que esta frente al torero, el toro, es lo fundamental, lidiar, domeñar, someter, entender, y sobreponerse, ganarle, “al carácter del astado”, eso es lidiar, es lo que genera emoción y respeto a quien se impone a la bestia. Solo recordemos que…
EL TORO llega a la plaza sin saber embestir, es virgen en todos los sentidos, por lo tanto la tan mencionada lidia comienza desde el primer capotazo, enseñarle el camino que se requiere para ir fraguando el momento de, entonces si, comenzar a torear bonito, la emoción tiene que surgir si quien asiste ve el poder del ser pensante sobre aquel que acomete por instinto. Claro que hablo de situaciones en donde la bravura sobresale. Una cosa es ver a un astado pasar dócilmente, y dulcemente, y otra muy diferente es notar cuando un toro da la impresión de querer comerse la muleta, si se me permite esta expresión, ya que va sobre de ella con singular alegría. Y no debemos de olvidar que hay toros bravos a los que se les puede torear, llamésmole así, en redondo, otros no lo permiten por ásperos pero eso no quita un ápice de bravura así se pueda pensar “son malos”, estos, desde mi punto de vista, son los que encumbran cuando se les da la lidia acorde a esos problemas, cuando con inteligencia torera se solucionan.
QUIEN ASISTA a una plaza y tenga la fortuna de ver salir a un toro bravo, si es neófito, puede pensar que el burel es malo, inclusive que esta toreado y nadie lo culpara ya que en la actualidad, tanto se buscó la comodidad, que se puede catalogar a un astado con estas características como una rara avis y desde hace años no lo ven quienes nacieron hace pocos años. Con los de Barralva puede salir uno de ellos, lo deseamos por el bien, y recuperación, de la fiesta mexicana… Nos Vemos.
pedrojuliojmzv@hotmail.com
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