Ante media plaza de aforo se llevó a cabo la primera corrida de feria en la plaza "Vicente Segura" de Pachuca, en donde se midió un buen encierro de la ganadería de San Miguel de Mimiahuapan, propiedad del Lic. Alberto Baillères que resultó bueno en términos generales, destacando los toros corridos en quinto y sexto lugar.
Abrió plaza la rejoneadora Monica Serrano, que castigo de forma correcta a su enemigo con dos rejones de castigo, en banderillas la faena iba subiendo de tono cuando desafortunadamente su caballo perdió las manos, sufriendo una aparatosa caída, y fue llevada al hospital, al parecer sufrió una fractura en el tabique nasal.
Se llevo la tarde el maestro Zotoluco, quien no escatimó el esfuerzo con su primero, un toro que por el pitón derecho se venia por dentro y al que tuvo que plantarle cara para desengañarlo, y así tras una buena estocada cortar una muy merecida oreja.
Con su segundo estuvo en maestro, lo puso al caballo por chicuelinas andantes y ya con la muleta lo bordo con ambas manos, al rematar la segunda tanda el público coreaba al unísono el grito de torero, torero. Culminó la faena toreando al de Mimiahuapan en redondo y la gente se le entrego a Zotoluco, quien tras un pinchazo sin soltar en todo lo alto, dejo una estocada entera en buen sitio y le fue concedida una oreja, aunque la petición de la segunda era unánime por parte del público. El toro fue premiado con el arrastre lento.
Arturo Macias anduvo muy dispuesto toda la tarde, su primer toro se apago pronto y fue ovacionado. Con su segundo, un toro que fue extraordinario, el Cejas consiguió tandas con mucha profundidad por ambos pitones, el toro le echo mano y le partió el escroto, por lo que tuvo que pasar a la enfermería para que le pusieran un vendaje y con mucha raza volvió al ruedo para seguir toreando y despachar a su enemigo de una estocada, otorgándosela dos merecidas orejas.
Juan Luis Silis en su primero lo lanceó de manera correcta, y tras un problema que hubo con las puyas, el toro estuvo quince minutos en el ruedo sin que le dieran un capotazo, y la gente se dispersó con este asunto, y aunque el torero ha hecho un esfuerzo, ya fue difícil que el público se volviera a meter en la faena.
Con su segundo volvió a mostrar sus deseos de triunfar, sin embargo el toro carecía de fondo y fue muy deslucido, por lo que Silis poco pudo hacer con el cierraplaza, al que pincho en tres ocasiones antes de dejar una estocada casi entera y desprendida, siendo silenciada su actuación.
Al término del festejo, Macias paso a la enfermería y Zotoluco no quiso salir en hombros por respeto a sus compañeros que se encontraban en el hule.
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