en el coso tapatío

¡Siempre... en lo mismo!

6 Noviembre, 2008

Amigos… El comentario de algunos en voz baja, otros a todo lo que la potencia que su voz les permitía, era unánimemente una queja y desilusión de la pobre actuación que el domingo anterior había tenido el torero de Puebla del Río, José Antonio Morante, pero más de la mansedumbre, descastamiento y debilidad, añadiendo a estas tristes características, que varios bureles fueron aprobados no obstante su pobre presencia.

No era para menos, ya que un público desorientado y poco conocedor -que no aficionados- habían hecho una buena entrada en el coso tapatío para ver -pensando que podrían divertirse- a tres toreros con cualidades y simpatía para convocar gente a una plaza de toros.

Así fue, no obstante el costo tan alto y desmedido que la empresa puso al boletaje, el público emocionado, deseando ver un espectáculo -supuestamente digno e interesante- asistió, haciendo la mejor entrada -creo y estoy seguro, que será la única- de lo que serán los festejos taurinos en nuestra ciudad. Sin embargo, la contrariedad llegó, la gente salía desilusionada y enfadada, porque el espectáculo visto no era el que esperaban, y la interrogante que se hacían era común: Nunca vengo a la plaza y hoy que lo he hecho, no obstante lo costoso del boleto, ¿qué espectáculo tan mediocre hemos presenciado?

Desafortunadamente era la realidad. Más bien, es la realidad de lo que sucede en nuestra fiesta. Porque cuando en el ruedo NO vemos salir auténticos y verdaderos toros, con propiedad en su trapío, bravura y casta; cuando se engaña a los asistentes no presentando impecablemente al que debe ser el auténtico y único eje central de la fiesta, “EL TORO”, tristemente éstas son las consecuencias.

Pero en fin, así son y así serán todos los festejos que veremos en nuestra ciudad, porque han sido ya muchos años de no ofrecerlos con dignidad, con categoría, sino más bien con el propósito de ver, cuál o cuáles ventajas consiguen sacar. ¿Que el público se enfada? Qué importa, al cabo… ya pagó.

Publicado en MILENIO.COM