06 noviembre 2008

RINCON TAURINO (6/XI/08)

Recordando a David Liceaga

Por : Antonio Casanueva

El pasado domingo se cumplieron doce años de la desaparición física de David Liceaga, torero mexicano de la primera mitad del siglo veinte, sobresaliente en el segundo tercio y de quien se decía que podía correr mas rápidamente para atrás que hacia delante, por tanto con ligeros movimientos colocaba, él solo, sin ayuda de las cuadrillas a los toros que banderillaba.

Conocí personalmente David Liceaga, compartiendo el biombo de la Autoridad en la Plaza portátil "Ponciano Díaz" en una feria de Mayo en Puebla, allá por los años ochenta cuando todavía no habían concluido El Relicario y las autoridades de la ciudad tuvieron la atención de nombrar a quien esto escribe, como asesor del matador Liceaga en el biombo de la Autoridad durante esa feria

En aquella ocasión disfrutamos de su larga y documentada plática, en la que nos narró los aspectos mas importantes de su vida como torero; sus andanzas por España, sus actuaciones en diversas plazas de aquel país, incluyendo sus éxitos especialmente en el segundo tercio, así como de la disciplina y ejercicios que era preciso hacer diariamente para estar en condiciones físicas para andarle a los toros tanto hacia adelante como para atrás, caminar en zig-zag y de esa manera colocar exitosamente un par de banderillas. Por encima de todo, Liceaga nos habló de su faena a "Florista" de la que habían pasado muchos años y que sin embargo recordaba con tal detalle que mas bien perecía estar leyendo una crónica de la época:

Fue, me dijo, el 25 de febrero de 1945, recientemente re-establecido el Convenio Taurino con los Españoles, en El Toreo de la Condesa y gracias a una excelente corrida de Torrecillas, los tres toreros anunciados; Silverio Perez, Antonio Bienvenida y yo, triunfamos ampliamente.

“En el quinto de la tarde, cuando salió "Florista", se me acercó Silverio quien venía de dar las vueltas al ruedo por haberle cortado Oreja y Rabo al toro "Escultor" y me dijo; . Entendí perfectamente a lo que se refería, le hice una faena totalmente izquierdista, con 19 pases naturales consecutivos espaciados por cinco pases de pecho, concluyendo la faena con un afarolado y un molinete, rematando con el volapié que tiró patas para arriba al toro, siendo premiado con La Oreja y El Rabo, dando dos vueltas al ruedo y compartiendo el triunfo con el ganadero Don Julián Llaguno , ganadero de Torrecillas , quien había mandado aquella extraordinaria corrida”.

David Liceaga, procedente de una familia de artistas, nació en la ciudad de México el 29 de diciembre de 1912 apareciendo por primera vez en público en El Toreo el 1o. de Marzo de 1927, haciendo su presentación formal como novillero en esa misma plaza el 29 de junio. Tomó la alternativa de manos de Manuel Jiménez "Chicuelo" el 11 de enero de 1931, siendo el testigo Carmelo Pérez con el toro "Palillero" de Zacatepec.

Viajó a España en donde hubo de renunciar a la alternativa y volver a las filas novilleriles para poder actuar, en donde toreó 7 novilladas, presentándose en Madrid el 30 de mayo de 1931 y recibir nuevamente la alternativa en Barcelona de manos de Manolo Bienvenida testigo Domingo Ortega con el toro "Chuponero" de Guadalest y confirmarla en Madrid el 25 de Septiembre, siendo su padrino Nicanor Villalta, quien le cedió al toro "Buñuelo" de Encinas.

A su regreso sin alcanzar el éxito deseado anduvo deambulando por las diversas plazas del país debiendo renunciar nuevamente a la alternativa, actuando como novillero hasta que Fermín Espinosa "Armillita Chico" le rescató y volvió a concederle la alternativa en 1938 cediéndole ahora al toro "Cabrero " de la Punta, en la plaza capitalina el 18 de diciembre, permaneciendo en activo hasta que se despidió de los ruedos en la Plaza Monumental México el 2 de febrero de 1947.

Como ha quedado dicho, David Liceaga destacó grandemente en el segundo tercio, siendo un torero técnico un tanto irregular que lo mismo lucía a gran altura con faenas inenarrables como la referida de "Florista" de Torrecillas, "Cirquero" de Zotoluca y otras mas, que naufragaba en corridas importantes o era cogido de gravedad, a quien en esta ocasión Rincón Taurino ha querido recordar en un aniversario mas de su fallecimiento ocurrido en la ciudad de León, Gto donde radicaba, a la edad de 83 años quien siguió ligado a la fiesta, a lo largo de su vida, instruyendo taurinamente y con gran disciplina y sentido de responsabilidad, a muchos jóvenes que aspiraban a ser toreros.

Antonio Casanueva


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