- Por: Francisco Tijerina E. , México
Viernes, Diciembre 18, 2009 13:40:00 Hora GMT
En contra de los reiterados argumentos de quienes pretenden abolir la fiesta en Cataluña en el sentido de que son una inmensa mayoría, resulta necesario el revisar el resultado de la votación realizada hace unas horas en el Parlament, ya que los números no mienten y ni sin tantos como presumen, ni los taurinos son tan pocos como ellos creen. A este libro le faltan aún muchos capítulos.
En las democracias se puede ganar por un solo voto, es verdad, pero esa clase de triunfos carece de legitimidad, porque el resultado nos indica que existe una decisión dividida en la que nadie se puede declarar absolutamente vencedor, como tampoco existe un vencido.
Los números no mienten y reflejan con claridad que los promotores dela Iniciativa Legislativa Popular no han conseguido siquiera la mayoría absoluta.
Han sido ocho votos los que han marcado la diferencia entre una posición y otra, un 5.93 por ciento en términos numéricos, es decir bastante poco.
Resultaría interesante el conocer el sentido en el que se decantan los nueve parlamentarios que no han manifestado opinión, ya mediante la abstención (5) o bien al no presentarse a votar (4); si esos nueve votos hubiesen sido a favor de los taurinos, la iniciativa no hubiese prosperado; en ese supuesto quienes desean que sigan adelante los festejos taurinos habrían logrado 68 votos, lo que significaría un 50.36 por ciento. Es cierto, en este tema no existe el "si hubiera", pero la ajustadísima votación deja en claro la delgada línea que separa una posición y otra.
En toda esta discusión existen hechos que son dignos de mención, como las pretendidas 180 mil firmas con las que se sustentó la petición dela ILP. Es un hecho consumado, sin embargo sería necesario el conocer si el Parlament catalán validó de alguna manera la autenticidad de dichas adhesiones y si los firmantes, todos, son habitantes de Cataluña, porque tomando un simple marco referencial como lo es el número de personas que en una tarde de toros acuden al espectáculo y en contraparte el número de personas que en el exterior se manifiestan en contra, resulta ser que invariablemente los primeros son muchos más que los segundos.
Por otra parte, los promotores dela ILP han ejercido una enorme presión sobre los miembros del Parlament a través de los medios de comunicación, a tal grado que les han obligado a realizar la votación en secreto, algo inusitado, y no fueron pocos los diputados que al momento de ejercer su voto se han tapado con un diario para evitar "fotos comprometedoras".
Queda claro que los antitaurinos han realizado enormes esfuerzos para sacar adelante su propuesta, ante una gran pasividad de los taurinos que, confiados en exceso, no midieron el escenario y minimizaron las posibilidades reales del embate, pero se trata sólo del principio, toca ahora trabajar con fuerza, con disciplina, con unidad, con el propósito de evitar que el año entrante en las votaciones se geste un golpe mortal contrala Fiesta en Barcelona y en Cataluña.
Al final quedan los números fríos que demuestran que los antis no son, como pregonan, esa "inmensa mayoría" y que nosotros no somos, ni por asomo, la minoría que pretenden hacer ver.
¡Vamos con entusiasmo a luchar por nuestro derecho, por la libertad de elección, por la permanencia de esta expresión cultural y legado histórico!
¡Ahora nos toca a nosotros!
Los números no mienten y reflejan con claridad que los promotores de
Han sido ocho votos los que han marcado la diferencia entre una posición y otra, un 5.93 por ciento en términos numéricos, es decir bastante poco.
Resultaría interesante el conocer el sentido en el que se decantan los nueve parlamentarios que no han manifestado opinión, ya mediante la abstención (5) o bien al no presentarse a votar (4); si esos nueve votos hubiesen sido a favor de los taurinos, la iniciativa no hubiese prosperado; en ese supuesto quienes desean que sigan adelante los festejos taurinos habrían logrado 68 votos, lo que significaría un 50.36 por ciento. Es cierto, en este tema no existe el "si hubiera", pero la ajustadísima votación deja en claro la delgada línea que separa una posición y otra.
En toda esta discusión existen hechos que son dignos de mención, como las pretendidas 180 mil firmas con las que se sustentó la petición de
Por otra parte, los promotores de
Queda claro que los antitaurinos han realizado enormes esfuerzos para sacar adelante su propuesta, ante una gran pasividad de los taurinos que, confiados en exceso, no midieron el escenario y minimizaron las posibilidades reales del embate, pero se trata sólo del principio, toca ahora trabajar con fuerza, con disciplina, con unidad, con el propósito de evitar que el año entrante en las votaciones se geste un golpe mortal contra
Al final quedan los números fríos que demuestran que los antis no son, como pregonan, esa "inmensa mayoría" y que nosotros no somos, ni por asomo, la minoría que pretenden hacer ver.
¡Vamos con entusiasmo a luchar por nuestro derecho, por la libertad de elección, por la permanencia de esta expresión cultural y legado histórico!
¡Ahora nos toca a nosotros!
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