Lupita López y Michelito Lagravére en la México
(6 junio 2010)
Alejandro Escárcega. Crónica
Edmundo Toca. Fotografía
Con un sol esplendoroso en los cuatro primeros novillos y viento en los dos siguientes, se dio la primera novillada de la temporada en la Monumental Plaza de Toros México, en la cual se lidiaron buenos novillos de la ganaderia de Jorge María, propiedad de Don Rafael Herrerías Olea y Don Miguel Alemán Magnani, para los yucatecos Lupita López, el niño de doce años Michelito Lagravére y el capitalino Paulo Campero. El juez de plaza fué Don Jorge Ramos Sandoval, asesorado por el matador de toros Gilberto Ruiz Torres y los alguacilíllos, el licenciado Arturo Ramos y José Julián Ayala.
Abrió el accidentado festejo Lupita López (azul rey y oro) con Gio, número 809, cárdeno bragado y cornidelantero con 418 kilos, al cual bregó toreramente del tercio a los medios y remató con una larga; le brindó al cónclave capitalino para dar muletazos de alíño y al dar el primer derechazo es prendida y se fué a la enfermería con una conmoción cerebral qué no le permitió regresar al ruedo. Lo pasaportó el segundo espada, Paulo Campero de una buena estocada.
Paulo Campero (burdeos y oro) con Rafa, número 761, cárdeno bragado meano lucero, delantero vuelto con 415 kilos, verónicas con una rodilla en tierra; quitó por gaoneras y al rematar es prendido, se levanta sin verse la ropa y garbosamente remata. Banderilló lucidamente dejando tres pares de garapullos al cuarteo. Le brindó a su señora madre y al dar un pase cambiado es nuevamente cogido; regresa a la cara del astado para torear al natural y una buena serie de derechazos culminadas con manoletinas: Con la toledana, pinchazo y estocada para saludar en el tercio y aplausos al novillo en el arrastre.
Con el tercero de la tarde, Michelito Lagravére (azabache y oro) se vió bien en su debut como novillero en la Plaza México con Cuau, número 853, cárdeno bragado caribello y cornicorto con 405 kilos, buenas verónicas y media. El novillo recibió dos puyazos y quitó por tafalleras Campero. Con la pañosa, dos series de derechazos rematados con el forzado de pecho, espléndidas dos series de naturales y un pase del desdén ó del desprecio de cartél. Fatal con la toledana porqué por su poca estatura no alcanzaba el morrillo del burel, dos pinchazos, dos estocadas y siete descabellos con dos avisos entreverados que le envió desde el biombo de la autoridad Don Jorge Ramos. Aplausos al novillo en el arrastre y Michelito al tercio.
Con el cuarto, que le correspondía a Lupita López, Michelito Lagravére, se las vió con Ochoa, número 826, cárdeno claro bragado y cornivuelto con 395 kilos, nada con el percal y sin brindar, muletazos molestado por el fuerte viento, es cogido y recibe una golpíza de órdago para no regresar de la enfermería y a partir de aquí Paulo Campero se quedó solo en el ruedo con los últimos tres novillos. A éste lo despachó de una estocada caida.
Con el quinto, Vasco, número 855, negro bragado y cornidelantero con 398 kilos, veroniqueó solventemente y llevó al caballo. Banderilló dejando solo dos pares y pidió que le banderillaran el tercer par, echandose al público en contra. Faena en la puerta de arrastre molestado por el viento y estocada, pitos al novillio en el arrastre y aplausos al capitalino.
El festejo lo cerró Chicharito, número 827, cárdeno bragado meano caribello y paliabierto con 397 kilos, lo recibió con chicuelinas y es arropado al rematar. Con la pañosa, otra faena deslucida por el vendaval, dos pinchazos y estocada para salir de la plaza entre aplausos.
La Fiesta Brava, Valor, Técnica y Sentimiento
Toros en la México
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