4 de junio de 2010
- Carlos Alberto Espinal
Convertido hoy en figura del toreo en nuestro país y ante la constante búsqueda del éxito personal, Uriel Moreno “El Zapata” da un golpe de timón importantísimo en su vida, orientándola ahora como empresario gastronómico al inaugurar en la capital de Tlaxcala, para las delicias de los amantes de la fiesta brava el Restaurant-Bar “Museo del Toro”.
El día de hoy en punto de las catorce horas, con la presencia de personalidades del mundo taurino, políticos, amigos, familiares y una decena de medios de comunicación locales y nacionales, inició operaciones con los mejores augurios y un padrino de lujo como Juan Antonio Hernández, conductor del programa taurino “México Bravo” de canal 40, el “Museo del Toro”, ubicado frente al parque Xicoténcatl, muy cerca de la plaza de toros Jorge “El Ranchero Aguilar”, enclavado en el centro histórico de la ciudad, de quien el Zapata es socio, junto con sus grandes amigos José Luis Mejía, Octavio Castilla y Carlos Tamayo.
Sea en día de corrida o no, el lugar seguro se convertirá en una parada obligada en Tlaxcala tanto de turistas, lugareños y gente del medio, como se nos viene a la mente que lo ha hecho “El Panteón Taurino” de León Guanajuato, ya que en él sus visitantes encontrarán historia pura del toreo tlaxcalteca en fotografías de grandes diestros oriundos de “la cuna de la nación” y de toros bravos y toreros valientes, como Fernando de los Reyes “El Callao”, el propio Ranchero Aguilar, El Pana, Rafael Ortega, José Luis Angelino, Carlos y Manolo García Méndez, Miguel Villanueva, Mario del Olmo y por supuesto del anfitrión, entre otros, que han toreado a la muerte cuando ésta les ha embestido, según versan sus paredes; una exposición para venta de siete imponentes cuadros del pintor Antonio del Mar; siete pantallas gigantes para disfrutar de una buena corrida, videos taurinos de antaño o del deporte favorito; vitrinas donde se expone la intimidad de la “silla” remembrando tarde a tarde el trabajo de los mozos de espadas al preparar el terno de luces –expuesto un celeste y oro-, el capote de paseo, montera, medias, zapatillas, camisa, faja y corbatín, además del altar a las deidades cuidadoras de la vida que se juegan tarde a tarde los diestros; coloridas divisas de las más de cuarenta cabañas bravas de la entidad artísticamente confeccionadas por Gustavo Rugeiro “El Lobo”, torilero de la plaza de toros “El Relicario” de Puebla; cabezas de astados importantes en la vida de Uriel como la de “Camarógrafo” de San Marcos, que fue al que le pusiera el famoso par “Monumental” y hasta un rincón muy íntimo a él dedicado, cuya barra es la representación de la pintoresca plaza de toros tlaxcalteca con campanario incluido, donde observaremos fotografías de instantes muy importantes en su carrera, artísticamente captados por el reconocido fotógrafo poblano Ángel Sainos.
Entre los principales asistentes al evento estuvieron Carmen y Emiliano, esposa e hijo de Uriel; sus padres Don Fernando y Doña Julieta; sus hermanos Fernando, Caroilina, Cecilia, Nancy y Marco; su cuadrilla representada por César Morales, Domingo y Pedro López, picadores, así como los subalternos Gerardo Angelino y Francisco López; el Matador Manolo García Méndez, intelectuales como Omar Lizardo y Enrique Vázquez Galicia, políticos como Zenón Ramos Castillo y Susana del Muro, además de ganaderos como Miguel Ángel López de Coyotepec y Bertín Rodríguez de Olivares.
Una vez concluido este pendiente, Uriel viajará mañana a Madrid con su esposa e hijo, para después trasladarse a Salamanca donde sus apoderados Ángel Castro e Ignacio Matilla, le tienen listo ganado para tentar y estoquear en la dehesa de Miranda de Pericalvo, con miras de la corrida que toreará el 26 de este mes en la feria de comunidad francesa de Le Brede, ubicada en el departamento de Gironda, dentro del distrito de Bordeaux, donde por cierto saldrá con la cuadrilla de su gran amigo, el diestro ibérico Javier Valverde y alternará con el jienense Curro Díaz, quien cortó la primera oreja de la feria madrileña de San Isidro así como el local Julien Lescarret, en la lidia de un encierro de la cabaña salmantina de Adelaida Rodríguez García; festejo que podría abrirle las puertas no solo a diversos contratos en el viejo continente, sino a una posible confirmación en la Isidrada del año próximo: “El Museo del Toro y la corrida de Francia, son dos sueños hechos realidad, que han costado mucho trabajo pero al fin se ven cuajados; estoy muy contento por el proyecto del museo y de ser capaz de atender como se merecen a amigos, familiares y visitantes; la tarde de Francia, es de las más importantes de mi vida; si hubo un par Monumental y el toro me arranca seguro habrá un par de Le Brade; la gente va a ver que el Zapata es entregado, quiere vivir de esto y ser figura del toreo” apuntó.
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