Es bella mi fiesta brava
con su drama y su color,
emoción que no se acaba
que abre como una flor.
En una tarde soleada,
embrujo de arte y valor,
disfrutar la novillada
desde una grada de sol.
Así te quisiera ver,
llenos en tus dos tendidos
sin tratar de convencer
a tus muchos enemigos.
Y nos cambiamos de tercio,
pues Juan Pablo Madrid conquistó,
una oreja fué el precio
por la actuación que bordó.
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