En la final de la temporada en Arroyo
- Horacio Jiménez A.
César Ibelles fue volteado pero sin consecuencia. |
Fue una novillada de triunfadores, sin triunfadores, aunque los alternantes cumplieron decorosamente
Fue en la lidia de ese novillo lo más interesante de la jornada, pues el público, que atiborró el simpático coso, se sacudió por lo que estaba viendo ya que el astado fue premiado con arrastre lento por su bravura y buen estilo, aunque al final se vino un poco a menos; el magnífico puyazo de César Morales, quien fue aplaudido fuertemente; el quite al alimón por gaoneras de Christian Verdín y el propio Padilla, quien tuvo una actuación brillante por lo que dio vuelta al ruedo en compañía del varilarguero.
En el primer viaje desde el centro del ruedo al tercio donde lo esperaba el picador no impactó, pero al segundo viaje se fue de largo y Morales lo prendió en todo lo alto y la res recargó de firme.
PADILLA APROVECHÓ
Por su parte, el leonés Adrián Padilla aprovechó el buen desempeño del novillo y lo toreó por la derecha, con temple. Señaló dos pinchazos antes de media y dio la vuelta en compañía de César Morales.
Los demás novillos no reunieron los requisitos que hay en un concurso de ganaderías: el de De Haro fue al caballo, pero sin recargar con mucho celo; el de Jorge de Haro sí se fue de largo, pero tampoco se mató en el peto; con el de Autrique tuvieron que batallar para que fuera al caballo; el de El Vergel también fue al caballo sin mucha bravura; el de San Martín tampoco peleó de firme.
NO HUBO LUCIMIENTO
En cuanto a la lidia los novillos no se prestaron al lucimiento, pues en general se aplomaron y su estilo no fue el adecuado para alcanzar el triunfo. Llevaron nombres alusivos al matador Víctor Huerta, quien falleció hace días y para el que hubo un minuto de aplausos.
El español Salvador Barberán se lució en verónicas y en chicuelinas y faena por ambos lados con el de De Haro, que murió luego de un pinchazo y estocada y como tardó en doblar le dieron un aviso y el diestro saludó en el tercio.
IBELLES RESPONDIÓ
A César Ibelles le correspondió el de Jorge de Haro, que desarrolló mucho sentido y se ponía por delante y se iba al bulto, haciendo cosas raras. Y en esta ocasión Ibelles hizo lo adecuado lidiándolo muy bien para ser aplaudido. Pitos al novillo y él al tercio.
Al tlaxcalteca Antonio Galindo le tocó el de Autrique, un novillo que fue peor que un marmolillo y no había forma de que embestir. El torero estuvo empeñoso buscando el triunfo, sin desdibujarse. Dos pinchazos y estocada para retirarse entre palmas.
AMADOR, MUY TORERO
El de El Vergel le correspondió a Óscar Amador, quien estuvo muy torero y lo mejor que hizo fue un quite por saltilleras, porque después se enraizó en la arena y se echó antes de que le clavaran la espada. Pitos al novillo y Amador al tercio. En ese novillo saludó en el tercio, una vez más, Christian Sánchez.
Christian Verdín tampoco tuvo tela de donde cortar con el novillo de San Martín y abrevió, siendo aplaudido.
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