02 noviembre 2011

DE TOROS Y TOREROS DESDE AGUASCALIENTES


PARA REFLEXIONAR SERIAMENTE… LAS ESTOCADAS… ¡Y LOS PUNTILLEROS
  • por Pedro Julio JIMENEZ VILLASEÑOR

MÍ MUY personal apreciación… Creo que la única “suerte” que jamás mentirá en un ruedo es la estocada. Las hay bonitas, bonitas a la vista de quien se encuentra en la plaza, tan bonitas que nos hacen saltar de los asientos, vemos que el diestro “se moja” los dedos, antiguamente deciase que eran hasta “los gavilanes”, hasta llegar al tope de la empuñadura, hasta la bola, pero el efecto deseado de ver rodar al burel es cosa diferente. Podrá ser bonita la estocada y hasta la preparación de la misma, pero sin mínima duda de que si la espada se fue con “un camino” equivocado, esto marcará la deferencia del milimétrico error por donde debe de ir la trayectoria adecuada de la punzadura para que nos permitiría ver rodar a la res casi de inmediato.
LAS HAY traseras, delanteras, pescueceras, caídas, contrarias, bajas, tendidas, pellejeras, metisacas, pinchazos hondos y más etcéteras, pero la que queda de forma correcta de inmediato surte efectos y la res se va al cielo de los toros bravos. Y nace la probabilidad de que quien lo hizo obtenga premio alguno si antes lo avaló con su recién pasado quehacer.
HAGO ESTE preámbulo por la sencilla razón que suele suceder que el puntillero levante a un novillo o a un toro, creo que esta acción “del rematador” será siempre de forma involuntaria, jamás premeditada, y ante esto el novillero o matador puede ver truncos sus anhelos de obtener algún trofeo a su labor. Los apéndices se ganan con la muleta y se aseguran y cortan con la espada.
MÍ MUY personal apreciación… Cuando la espada, simple y sencillamente esta en el lugar correcto, el también llamado cachetero, el puntillero, saldrá siempre sobrando, el novillo, o toro, no se levantara ni con la ayuda de una grúa. Esto viene al caso puesto que hemos visto en infinidad de ocasiones que los avisos de parte de la H, Autoridad llegan al cumplirse los minutos reglamentarios para que estos se dan, inclusive para que la res retorne con vida a los corrales en donde al llegar de inmediato, ya decía, se irá al cielo de los toros, pero ese lugar lo pasaportaran al más allá.
INJUSTO ES pues el reglamento taurino en estos casos. Bastante diría su servidor. Al matador se le castiga el error con avisos y, aun el pasarse por la barriga a su enemigo de maneras correctas, esto “se olvida” y la autoridad hace valer lo que las manecillas de su reloj le indican, el puntillero errado se retira muy campante, justo sería también pagara de alguna forma esa parte de su yerro, incorrección o descuido, pues triste es ver a un torero retirarse al callejón sin el reconocimiento adecuado a su labor por el ya tan mencionado desatino del puntillero. Para él no habrá avisos, ni reclamos, ni pena escrita en las estadísticas.
REPITO, CIERTO es que la estocada correcta no requeriría de un final cachetazo, pero cierto también que es un tema polémico y con cientos de opiniones y criterios diferentes, cada cabeza es un universo y lo es muy es respetable, pero el espada no es responsable de una posible ineptitud del puntillero… Nos Vemos.  

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