La lluvia que dejó el ruedo en malas condiciones, el abandono taurino del que han sido víctimas estos tres toreros que pudieron ser importantes, pero principalmente la bueyada que mandó José María Arturo Huerta hizo de esta una tarde pá olvidar.
Grave de mi parte sería pasar por alto la prestancia en el ruedo de los tres matadores del cartel: Humberto, Marcial y El Cuate han estado muy toreros, con gran dignidad portaron el traje de luces. Pero los mansurrones, entre los que hubo el bobote y el que desarrolló sentido, de una justa de presencia corrida que mandó Pepe Huerta que fueron malos sin disculpa, manso es manso diría mi compadre, hicieron que la valentía, ganas, desesperación, gran afición y hasta el arte se estrellaran.
Se sintió que la ilusión se salió de esos tres pechos.
Grave de mi parte sería pasar por alto la prestancia en el ruedo de los tres matadores del cartel: Humberto, Marcial y El Cuate han estado muy toreros, con gran dignidad portaron el traje de luces. Pero los mansurrones, entre los que hubo el bobote y el que desarrolló sentido, de una justa de presencia corrida que mandó Pepe Huerta que fueron malos sin disculpa, manso es manso diría mi compadre, hicieron que la valentía, ganas, desesperación, gran afición y hasta el arte se estrellaran.
Se sintió que la ilusión se salió de esos tres pechos.
Oscar MEJÍA
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