Favorable recuperación de Fermín Espinosa

Pasó la primera noche con los dolores normales y sin fiebre

• por ADIEL ARMANDO BOLIO

ARMILLITA EN EL HULE

MADRID, España. 2 de septiembre (Emilio Méndez, especial).- El novillero mexicano Fermín Espinosa “Armillita”, herido el reciente domingo en el coso de San Sebastián de los Reyes cuando lidiaba al sexto astado de la tarde con el hierro de Ángel Luis Peña, sufriendo una cornada de dos trayectorias en la cara interna del muslo derecho, una ascendente de 10 centímetros que llega a la ingle con rotura de la vena safena y otra descendente de 10 a 12 centímetros que afecta la zona interna del abductor, se recupera de manera favorable.

Una vez que el torero fue operado en la enfermería de la plaza por el doctor Joaquín Olmeda Rodríguez, “Armillita” fue trasladado al Hospital Reina Sofía para su recuperación. Fermín paso la noche con los dolores comunes por este tipo de heridas pero sin fiebre, amaneciendo este lunes con buen ánimo aunque también con el coraje de no haber podido continuar su faena, justo cuando más a gusto se estaba sintiendo al interpretar su toreo.

Consciente del peligro de su oponente y de que en cualquier momento puede llegar el percance, ya quiere volver a vestirse de luces, pero sin duda estas cornadas son un aprendizaje y parte del rodaje que debe pasar un torero para poder llegar a ser alguien importante en esta difícil profesión.

En cuanto a la faena del primero de su lote, comenta el novillero que pudo disfrutar con este buen novillo que le permitió mostrar un poco de lo que ha estado trabajando y de lo que quiere proyectar, aunque reconoce que todavía le falta mucho trabajo y aprendizaje y que, al final, tardes como éstas, son las que hacen crecer a los toreros y a los hombres.

Por otra parte, la tarde de este domingo se dio una gran coincidencia que quedara como una anécdota, ya que en el callejón se tomaron una foto los nietos de dos figuras del toreo. Por una parte Fermín Espinosa “Armillita” y por la otra Joaquín Olmeda Rodríguez, nieto del maestro Joaquín Rodríguez Ortega “Cagancho”, quien por cuestiones del destino el tiempo volvió a unir a estas dinastías, sólo que ahora uno en torero y el otro en doctor, quien por cierto fuera el que operara al menor de la dinastía “Armilla”.