"Talín" no se doblega

Foto: Alberto Montalvo/ESTO

Por aquí estuvo el matador Arturo Velázquez "Talín", y se le reflejó el optimismo que tiene para triunfar el sábado en Texcoco.

14 de marzo de 2008

Sigue en busca de un sitio

Horacio Soto Castro

Arturo Velázquez "Talín" es un ejemplo de perseverancia. A pesar de que su carrera taurina ha estado llena de complicaciones y ha tenido que luchar contra viento y marea buscando oportunidades para hacer la faena que tanto ha soñado, que lo coloque en un sitio especial para que se le abran las puertas de las plazas del país. Como muchos, ha tenido que soportar muchas humillaciones, tocando puertas por todos lados sin encontrar eco en sus peticiones.

Está consciente de la situación y no es que sea un consuelo, pero es lo que le sucede a muchos toreros y "seguiré luchando por siempre. Estoy contento porque me dieron la oportunidad de torear el sábado en Texcoco, muy cerca de la capital, que es donde tienen resonancia los triunfos. Mi deseo es volver a la Plaza México".

Arturo tiene para torear el sábado en Texcoco y el triunfador ocupará un puesto en la corrida del domingo, pero ese día está anunciado para torear en San José Villa de Allende.

"Pienso que todo saldrá bien y pueda repetir en Texcoco".

No ha dejado de torear, pues constantemente emigra al sureste y suma fechas y algún dinero para seguir en la pelea.

Arturo Velázquez ya tiene 11 años de matador de toros, luego de que la tomó el 29 de septiembre del 96 en la plaza francesa de Saint Giles, con Michel Lagravere y Manuel Martínez, y la confirmó en la Plaza México el 16 de abril del 2000, de manos de Rodolfo Rodríguez y testigo Mari Paz Vega con reses de Los Ébanos.

Considera el matador, de 33 años de edad, que está en buen momento y sobre todo que ha llegado la madurez taurina. Sin embargo confesó que ha tenido momentos de desesperación, pero no ha claudicado, ya que ha podido más su afición y deseos de figurar en el medio taurino, que ha sido su vida.

Sobre todo tuvo momentos muy amargos de novillero con las dos piernas fracturadas que le impidieron estar activo durante tres años. El 11 de agosto del 91 en la Plaza México sufrió fea fractura en la pierna derecha y se le tuvieron que practicar 11 cirugías.

Acaba de salir de una lumbalgia, que es una secuela de la fractura, ya que la pierna derecha se vio reducida en cuatro centímetros y eso le produce fuertes dolores en la espalda.

Pero Arturo está en pie de lucha.

Agradece al ganadero Juan Flores y a los señores Marco Jiménez y Anselmo Hernández el apoyo que le han brindado en su carrera.

Publicado en el ESTO