25 de octubre de 2008
Este día cerrará su preparación
Horacio Soto Castro
El jueves por la noche se organizó una rueda de prensa en un restaurante de Polanco en la que, básicamente, el novillero Octavio García "El Payo" agradeció las atenciones que han tenido para con él durante su carrera de novillero y principalmente por su campaña de este año en España y Francia y por estar pendientes de los percances que sufrió.
Con él estuvieron el licenciado Julio Esponda, director de Tauromagia, y su apoderado Alberto Elvira, donde manifestó que está listo para recibir el entorchado de matador de toros, el domingo, en la Vicente Segura de Pachuca.
Hoy estará en alguna ganadería queretana para acabar de tomarle el ritmo al toro mexicano, aflojar los músculos, tomar el temple. "El Payo" se mostró tranquilo, feliz de convertirse en matador de toros, luego de una intensa campaña de novillero.
Octavio García ha manifestado reiteradamente que su mayor ilusión y su meta es ser figura del toreo y por supuesto de ahí que se arrime en cada tarde en que actúa sin importarle su integridad física.
Quiero que me respeten mis compañeros y el mismo público y que valoren debidamente mi desempeño dentro del ruedo. Para llegar a ser figura se necesita pisar terrenos prohibidos, ha mencionado y por eso siempre está en esa peligrosa zona donde las cornadas están a la orden del día.
"El Payo" viene de una intensa campaña en ruedos de España y Francia, en que consiguió sonoros triunfos incluyendo la plaza Monumental de Las Ventas, donde además cuajó una gran faena, cortando una oreja, que dejó impresionados a los madrileños y a los mismos del tendido siete que se precian de ser los máximos conocedores. Pero también probó lo amargo de una cornada que le infirió su segundo novillo y que lo mantuvo inactivo algún tiempo.
Esa fue la primera de las cuatro cornadas que sufrió con triunfos al canto. Y triunfó en las plazas de Bilbao, Barcelona, Sevilla y otras plazas importantes.
Aquí en México hizo una campaña triunfal cortando orejas e impresionando a la afición de la Plaza México. También triunfó fuerte en Aguascalientes y en las demás plazas en que actuó.
Su última novillada fue el 1 de octubre en Guadarrama, cortando una oreja.
Varias eran las empresas que deseaban darle la alternativa a Octavio, entre ellas la de Jaén, España, pero tuvo primacía la de Pachuca.
Octavio se distinguió como torero desde niño en que ingresó al grupo de Tauromagia Mexicana, manejado por Julio Esponda.
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