MundotoroMéxico
Saludaron en el tercio Salvador López y Manolo Roldán
(29 agosto 2009)
(29 agosto 2009)
- Alejandro Escárcega
El empresario de la Plaza de Toros Arroyo, Don Pepe Arroyo, trajo a la sexta novillada del serial, un serio y escogido encierro de la ganadería de El Vergel, propiedad de Don Octaviano García Rodríguez, vecino de Vallecillo, Nuevo León, dehesa fundada en el año de 1984 con 70 vacas y 2 sementales de San Martín y en el año 1994 añadió 40 vacas de San Antonio de Triana, que lidió con sus colores morado, verde y amarillo, para las reapariciones de los novilleros triunfadores
Salvador López y Paulo Campero y las presentaciones de Manolo Roldán y Adrián Padilla.
El triunfador Salvador López (azul rey y oro), saludó en el tercio con Comino, número 932, negro bragado meano, cornidelantero con 434 kilos, que a la postre fué el mejor novillo del encierro. Con el percal el capitalino se vió suelto con tras verónicas y una media; Christian Sánchez se lució con los garapullos. Después de brindar a Raúl Espíndola, corrió sabroso la mano diestra ante las largas y claras embestidas del astado; al pasarse el engaño a la siniestra, ya no fué lo mismo, así que volvió a muletear por el pitón derecho para terminar con manoletinas. Al tirarse a matar, pincha y es prendido sin consecuencias que lamentar, se vuelve a tirar para dejar una estocada caida y tener que dar tres descabellos y escuchar un aviso del juez de plaza Don Eduardo Delgado. Aplausos al burel en el arrastre.
Nos gustó el toreo del hidalguense Manolo Roldán (azul marino y azabache) con Cumplido, número 944, zaino, cornidelantero con 446 kilos, dió una chicuelinas muy comprometidas y fué prendido feamente en los primeros muletazos ante un novillo que desarrolló sentido, pero atinadamente se dobló con él y lo lidió por la cara; mal con el acero, pinchazo y seis descabellos con un aviso entreverado, para saludar en el tercio y pitos al novillo en el arrastre.
Desafortunada actuación del leonés Adrián Padilla (nazareno y oro), con Cubeto, número 933, cárdeno obscuro, veleto con 428 kilos, con el percal hízo un quite por tafalleras ante el silencio de la afición. Con la muleta, pases y pases sin transmisión al tendido; pinchazo y manoletinas para tratar de borrarlo, seis pinchazos sin pasarse, ocho descabellos y dos avisos.
El alumno de Pepe Luis Vázquez, Paulo Campero (verde bandera y oro), reapareció despuérs de haber cortado un apéndice en su presentación con Condesito, número 912, berrendo acinchado bragado meano calcetero rabicano y brocho con 436 kilos, el cual tumbó espectacularmente al varilarguero Rodolfo Acosta. Brindó a Alberto Huerta, para correr sabrosamente la mano de cobrar en el centro del redondel, pero el novillo empezó a escupirse y el capitalino a corretearlo, hasta que lo sujetó en una serie de derechazos en la querencia; dos pinchazos y media para escuchar los últimos aplausos de la tarde.
La Fiesta Brava, Valor, Técnica y Sentimiento.
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