11 de agosto de 2009
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AMIGOS, el sábado pasado vimos jugar cuatro novillos del hierro de D. Gonzalo Yturbe González en la plaza de los señores Arroyo padre e hijo, ganado que resultó bravo y de buen estilo para el toreo de calidad. Y le hicieron fiestas los cuatro novilleros alternantes, Christian Hernández quien repetía luego de mostrar condiciones toreras y posibilidades para destacar en la profesión, fue ovacionado y salió al tercio y se presentaron el venezolano José Miguel Parra también con cualidades aunque por momentos poniendo mucha distancia con el enemigo, dio una vuelta; el potosino Carlos Rodríguez quien anduvo cerca y estuvo mal con la espada escuchó dos avisos y aun así lo llamaron al tercio y el novel leonés Adrián Padilla apunta al buen toreo, escuchó palmas, en tanto que el público que llenó los tendidos les impulsó en todo momento.
Esta viene a ser una síntesis del festejo pero su contenido agrega esto otro: ahí hay cuatro jóvenes toreros de éxito con poco que se les promocione y además que afinen la puntería con la tizona. No deben descuidar que la lidia viene a ser un preámbulo del propósito fundamental del toreo, sacrificar al toro a espada cosa que no es fácil ya que para lograrlo se requiere básicamente mucho valor más que cuando se lo pasan por la faja.
Los cuatro están indudablemente en pleno desarrollo en su preparación, mostrando características que bien pudieran impulsarles a su anhelo de ganar el título de figuras del toreo. Van al toro con decisión lo que ya es un paso muy importante pues tienen elementos que bien pudieran promoverles con un poco más de experiencias que les permitan ampliar todas sus particularidades artísticas.
Se pudo observar también que son resueltos sin desterrar todavía del todo los impedimentos de la inexperiencia lo cual sin duda tiene un remedio pronto, hacerlos torear lo más que sea posible para que enriquezcan su preparación técnica y en el arte. Y esto no es recomendable solo para ellos sino para un elevado número de novilleros mexicanos que están luchando ya en plazas del mundo taurino, allá en España, Francia, en Sudamérica y desde luego en México.
Volvió a notarse que aunque la plaza es pequeña -me niego a llamarle placita por la promoción que da al toreo- pues tiene un aforo de unos mil espectadores que en su mayoría son gente del toro, buenos aficionados que estimulan en todo momento a los jóvenes toreros que se arriman. Y sería de aplauso resolver ya el problema que tiene cerrada a la Monumental México con lo cual habría mucho más oportunidad para hacer crecer nuestro repertorio torero no solo apoyando a los que surgen en la capital de la Republica, sino a todos aquellos coletas que se abren camino en el interior del país.
Y tenemos plazas y también ganado de calidad, toros bravos para experimentar a todos aquellos que se ajustan y corren la mano, por ejemplo en tres festejos realizados hasta el momento en Arroyo han destacado los novillos de las ganaderías Marrón, Autrique y Gonzalo Yturbe que entrarán sin duda alguna a la disputa del mejor encierro.
Comentarios a flazo@esto.com.mx
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