¡Arranca la Temporada Grande!

• Jorge Murrieta
  

Viernes 6 de Nov., 2009 

Bajo los mejores augurios, el próximo domingo habrá de ponerse en marcha la Temporada Grande 2009-2010 en la Plaza México. El elenco de lujo que presentó la empresa capitalina hace unas semanas, seguramente no defraudará a los tenedores de derechos de apartado y a la afición en general, pues hace muchísimos años que Rafael Herrerías -el polémico regente del coso metropolitano- no ponía ante la mesa de los comensales platillos tan suculentos. Los toreros más importantes del planeta harán acto de presencia a partir del domingo venidero, iniciando con una combinación sobradamente interesante.

La procedencia del ganado no podía ser mejor y ya esperan en la corraleta de la plaza ocho ejemplares de impecable presencia, provenientes de la ganadería de San José, misma vacada con la que el año anterior, el maestro valenciano Enrique Ponce (que cumplirá en marzo 20 años de alternativa) tuvo una tarde de ensoñación al bordarle literalmente el toreo al bravo “Notario”, que se fue al destazadero sin el rabo.

El cartel no tiene desperdicio. Manolo Arruza, torero de dinastía, veterano asolerado y ahora maestro de toreros, dirá adiós a su bellísima profesión bajo un marco de inusitada expectación. Dilatada es ya la carrera del hijo del “Ciclón Mexicano”, cuya principal virtud dentro de los ruedos fue siempre su profesionalismo. Cabal y entendedor de diversos encastes, Arruza fue un torero sobrio y técnico, académico si se quiere, de escuela, pues, al que en varias ocasiones llegó a tachársele de “frío”, y es que toreaba tan bien, con tanto reposo y maestría, que en ocasiones le era difícil conectar con el tendido, pues lo que hacía sobre la arena parecía francamente fácil, por lo sobrado que lucía Manolo ante los toros.

Le deseamos a Arruza mucha suerte en la tarde de su despedida. A juzgar por lo que le vimos a Enrique Ponce el pasado lunes en la Monumental de Morelia, no nos queda la menor duda de que reaparecerá ante su público con el ánimo renovado y la ilusión intacta. Después de dictar cátedra de técnica, valor y plasticidad torea en la Antigüa Valladolid, Ponce tiene su primer gran compromiso en la temporada americana: la México, “su” plaza, la que lo encumbró como ídolo en la primera parte de la década de los noventa.

Desde este espacio deseamos de todo corazón que las cosas rueden como debe tarde tras tarde en el gigante de concreto, y deseamos mucha, muchísima suerte, a todos los personajes que componen el mundillo taurino de nuestro país.

Si usted no tiene oportunidad de acudir a la plaza, le recordamos que el festejo se transmitirá en vivo a través de Unicable en los canales 203 de Cablevisión y 204 de SKY.

MILENIO