29 marzo 2010

Diferentes conceptos, una misma emoción


Domingo, 28 de Marzo del 2010 
Texcoco

  • Por: Jorge Raúl Nacif / Enviado video


Cada quien a su estilo, con su sello propio de interpretar el toreo, Rafael Ortega y Julián López "El Juli" pusieron de cabeza a la plaza "Silverio Pérez" de Texcoco y se llevaron dos orejas por coleta, emocionando intensamente al tendido.

La faena que El Juli cuajó con el tercero de la tarde, un astado de suma nobleza y con calidad, fue clásica, perfecta técnicamente y con momentos de un temple exquisito en los que esta gran figura del toreo llevó los pitones a escasos centímetros de la roja muleta que, al mismo ritmo que las embestidas, creaba un arte profundo.

Hacia el final de su labor, el toro pareció rajarse y buscó su querencia natural, pero haciendo gala de todo su oficio, Julián supo dejarle la muleta en la cara para tirar de él y ligar los pases circulares, una difícil facilidad de este gran maestro.

Los muletazos en redondo parecían no tener fin, provocando ese olé rotundo en el tendido, y más aún cuando ligó las dosantinas y una serie de adornos que terminaron por colocar la cereza en el pastel de esta estupenda obra de arte.

Instates de inspiración, de abandono, tuvo también el madrileño, reflejando ese sentimiento en la afición, que lo coreó con el grito de "torero, torero". Una soberbia estocada puso fin a la vida del toro de Montecristo y las dos peludas fueron a parar a las manos de Julián, que este día regaló un concierto de buen toreo, técnica y oficio.

Con su segundo, un bello berrendo, Julián estuvo esforzado, pero el toro tenía poco recorrido, lo que aunado a su debilidad provocó que la labor no trascendiera mayormente, aunque el tesón quedó de manifiesto.

Rafael Ortega también cortó un par de orejas, éstas al segundo toro del encierro, con el que desde abrirse de capa realizó una labor toda entrega y todo dinamismo que tuvo un gran calado en el tendido.

Tremendo susto se llevó cuando, al intentar colocar el segundo par de benderillas, el toro lo persiguió con celo y Rafa resbaló en la cara, pero afortunadamente el burel no le hizo daño. De ahi en más, el público estuvo siempre con él y le coreó fuerte el par al violín y el quiebro de cortas con los que cerró el tercio.

Su faena de muleta, alegre y variada, tuvo una gran intensidad. Reponiendo bien el terreno, instrumentó pases de todo tipo, muchos de ellos lentos y de buen trazo, combinando momentos de inspiración y valor, desplantes en los que se pasó cerca el par de pitones de este toro que tuvo movilidad y bravura.

Ortega se entregó en la suerte suprema, colocando una estocada caída, y paseó los dos trofeos entre vítores de "torero, torero", y ahí, en la arena de Texcoco, ha quedado una demostración de pundonor y vergüenza torera, además de variedad y alegría.

Poco pudo hacer con el quinto de la tarde, salvo algunos destellos con la muleta y lo bien que cubrió el segundo tercio de la lidia. El astado no colaboró lo deseado, pero Rafa estuvo ahí, intentándolo siempre.

Zotoluco toreó por segunda tarde consecutiva en la "Silverio Pérez" luego del indulto del día de ayer, y dejó constancia de su maestría. El toro que abrió el festejo tenía gran calidad en sus embestidas, pero muy poquita fuerza.

Sin forzarlo y llevando la sarga a media altura, extrajo magnificos pases por ambos pitones, dándole siempre espacio al burel y sus momentos de reposo, lo cual fue importante para que la faena cobrara fuerza e importancia.

Gran estocada fue el colofón de esta auténtica cátedra torera, para que el público exigiera la oreja, que fue finalmente concedida y paseada en son de triunfo por un Eulalio que sumó su tercer trofeo de la feria.

Buenos naturales, tersos y con temple, consiguió con el segundo de su lote, aunque su labor no fue a más, pues aunque su enemigo era manejable y tenía nobleza, le faltaba un punto de transmisión y le afectó la vuelta de campana que dio en el primer tercio.

En un hecho curioso, El Juli salió rápido de la plaza y no dejó que lo cargaran en hombros, lo mismo que hizo Rafael Ortega, que también abandonó el coso por su propio pie.

Ficha
Texcoco, Estado de México.- Cuarto festejo de feria y tercera corrida. Tres cuartos de entrada en tarde fresca, con algunas ráfagas de viento. 6 toros de Montecristo, justos de presencia, flojos y manejables en general, de los que destacó el 2o. por su transmisión y el 3o. por su nobleza. Pesos: 460, 470, 480, 475, 470 y 475 kilos. Eulalio López \"Zotoluco\"( azul rey y oro): Oreja y palmas. Rafael Ortega (azul y oro): Dos orejas y palmas. Julián López \"El Juli\" (grana y oro): Dos orejas y palmas. Al finalizar el festejo, tanto Ortega como Juli salieron por su propio pie.      

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