29 marzo 2010

Ortega y El Juli armaron la escandalera


El Juli mostró muy sonriente las orejas. Foto: Juan Ramos/ESTO

29 de marzo de 2010
Cortaron dos orejas cada uno, en Texcoco
  • Horacio Soto Castro
Rafael Ortega y Julián López El Juli armaron la escandalera en la plaza Silverio Pérez, y fueron premiados con dos orejas cada uno para salir a hombros después de las faenas que realizaron en sus respectivos primeros toros, mientras que Eulalio López "Zotoluco" cortó una oreja, que poco se la festejaron y hubo algunas muestras de descontento por el astado anovillado que lidió.

Este cuarto festejo de la Feria Internacional del Caballo Texcoco 2010, también se realizó bajo un clima ventoso y frío, con un poquito más de tres cuartos de entrada en los tendidos de un público entusiasta con ganas de divertirse y fueron el tlaxcalteca y el madrileño los encargados de que pasaran una tarde superior con sus formas de hacer el toreo.

Se jugó un encierro de Montecristo, disparejo en presentación y de juego irregular. Cuatro resultaron buenos, uno que se dejó meter mano y el que cerró plaza un toro berrendo, pero sin chiste que por más que le buscaron las cosquilla no soltó ninguna sonrisa. Los toros acudieron y pelearon con los lanceros, quienes nuevamente tuvieron buenas intervenciones sobre sus cabalgaduras.

ORTEGA

El diestro tlaxcalteca desde que se abrió de capa dejó ver sus deseos de seguir triunfando en ese coso que tantas agradables tardes ha tenido. Recibió a Giraldo con dos largas muy vistosas y de pie, torear a la verónica con sabor combinadas con chicuelinas. Aquella muy lenta y éstas muy ajustadas. En quites chicuelinas antiguas de gran exposición.

La parte brillante y dramática de su intervención fue en el tercio de banderillas, primero cuando el toro le apretó con fuerza y casi recorrió media plaza con el toro pisándole los talones, sin que nadie le cortara el viaje y El Juli salió a cuerpo limpio, no había forma de llegar a hacer el quite y Ortega prácticamente se tiró a la arena. Luego un par al sesgo y cerró citando rodillas en tierra muy comprometido en tablas y desde ahí se escucharon los gritos de torero... torero... Faena básicamente derechista, pero con muletazos templados y varios en redondo; molinetes, desplantes, uno de ellos tirando muleta y espada para que el público lo ovacionara fuerte. Mató de gran estocada y el juez otorgó una oreja, pero el respetable le arrancó la segunda. Vuelta, devolviendo prendas. Con su segundo no tuvo toro de donde echar mano. También cubrió el tercio de banderillas en forma destacada con el par al violín, siendo muy aplaudido. Muy aplomado y de arrancadas cortas. Y Rafael cortó por lo sano toreando por la cara y falló a la hora de matar y no pasó nada.

EL JULI

El panorama le cambió a Julián López y ahora tuvo la fortuna de que le saliera un buen toro, muy agradable, bravo y de buen estilo, con recorrido y alegre, que se prestó para que el madrileño dejara ver su potencial taurino. Primero con el capote suaves verónicas y rematando elegantemente soltando una punta del capote. En quites, chicuelinas con tafalleras y revolera en el centro del ruedo que le aclamaron. Ya con la franela sacó a relucir el temple que no había podido desplegar y cuajó una faena por los dos lados con temple inusitado. Una tanda de cuatro pases en redondeo de larga duración en un palmo de terreno. Siguió dando una exhibición de bien torear con muletazos de una desesperante lentitud, sobre todo en las dosantinas continuadas con los ayudados y el de pecho. El toro tendía a salirse la suerte y El Juli nunca se lo permitió y gran faena aterciopelada que le festejaron en grande. Soberbia estocada y fuerte petición de las orejas que el juez no tardó en soltarlas y si le piden el rabo lo concede, pero el público quedó contento así. Vuelta triunfal.

Su segundo, un berrendo careto, fue un toro sin chiste con el que El Juli estuvo tesonero, y le dio muchos pases, pero sin transmisión. Estocada defectuosa y al segundo golpe de descabello.

"ZOTOLUCO"

A Eulalio López "Zotoluco" le correspondió Perlito, que fue protestado de salida por su anovillada presencia, pero resultó muy bueno, de claro estilo, con recorrido y bravo. Y el diestro chintololo realizó una faena con pases templados por ambos lados, dándole su espacio y tiempo. Ayudados en redondo, dosantinas y hasta le hizo el teléfono, pero no alcanzó a rebasar ese entusiasmo contagioso. Mató de estocada y le otorgaron una oreja, que se la pitaron y la soltó a un aficionado.

Con su segundo tampoco estuvo mal, logró muletazos templados y naturales de buena exposición, pero el toro no se empleaba, no repetía y no hubo continuidad. Se retiró en silencio.

ESTO

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