Diego Silveti estuvo acompañado por el rejoneador José Luis Rodríguez (silencio), y los matadores Manuel Escribano (oreja y silencio) y Otto Rodríguez (silencio y silencio). Por su parte, Diego Silveti tuvo un balance de ovación y oreja.
Muy deslucida resultó la corrida de La Cruz del Hierro que se lidió este sábado en el coso de Valencia, con cuatro toros realmente deslucidos y complicados. Uno de los más difíciles fue el primero que lidió Diego Silveti, toro áspero y a la defensiva, con el que había que hacer un serio esfuerzo para sobreponerse a las dificultades. Silveti lo consiguió a base de raza y de valor, sacando muletazos que parecían imposibles. El toro se puso muy complicado para matarlo, lo que no resultó fácil. Aún así, tras desprenderse del animal, la afición valenciana le rindió una fuerte ovación en reconocimiento a su meritoria labor.
Con el segundo de su lote, Diego cuajó un extraordinario quite por la espalda de compás abierto que llevó la emoción a los tendidos. El animal terminó rajado, aunque no tuvo tan mala condición como el anterior. Silveti, pegado en tablas, consiguió meter en la muleta al toro, consiguiendo momentos de mucho lucimiento a base de técnica y de raza. Lo mató bien y cortó una merecida oreja, con la que siguió demostrando su buen momento.
Sus compañeros de cartel apenas si tuvieron opciones, salvo Manuel Escribano, que sorteó el mejor toro de la corrida al que cortó una merecida oreja.
COMUNICADOS DE PRENSA DIEGO SILVETI
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