ARTURO MACÍAS Y SU ESPOSA ESTHER APADRINAN EN EL BAUTISMO A DAVID Y MEMO SILVA GARCÍA
- por Carlos Alberto ESPINAL
Todo empezó con la admiración que tiene un aficionado de hueso colorado hacia el torero que en el ruedo se juega la vida y que con el despliegue de su arte, provoca no solo esbozar la mayor cuota de pasión gracias a sus ejecuciones, sino hasta identificarse con él por su carisma e incluso, vida extra plaza; lo que con el paso del tiempo y los detalles trasciende en una gran amistad, que se cimienta con la hermosa responsabilidad moral que implica el compadrazgo bautismal.
Esa ha sido la breve reseña de una importantísima parte de la vida taurina de David Silva, quien atento al gusto por los toros que le engendró su abuelo y padre (q.e.p.d) acudió a una corrida hace cuatro años a Apizaco, Tlax., en compañía de su esposa Alejandra García, donde ambos conocieron a Arturo Macías, en el lobby del hotel donde se hospedaron, iniciando desde ese momento una gran amistad, que acrecentaron no solo en la celebración de los triunfos que Arturo conseguía en las plazas donde la familia Silva-García le acompañaba asiduamente, sino en el apoyo constante que David le mostró ante la lesión en la columna que dejara a Arturo al borde del retiro y la invalidez, hasta llegar al día de la cena posterior a la corrida en la que el Payo confirmaba su alternativa en la México ante la venia de José Tomás y el testimonio del propio Macías, en la que David y Alejandra, le pidieron que aceptara junto con su esposa Esther, la honrosa y gran responsabilidad de apadrinar en el sacramento del bautismo a sus pequeños hijos David Alejandro y José Guillermo, a lo que Arturo con orgullo y júbilo aceptó ante el cariño y amistad que les ligaba.
Fue entonces que el domingo 27 de diciembre llegó, familiares y amigos venidos de Veracruz, Querétaro, Campeche, Distrito Federal y Puebla, nos dimos cita en la Parroquia de Santa María Magdalena del pintoresco y taurino municipio veracruzano de Xico, para que las vidas de las familias Silva-García y Macías-Camacho se entrelazaran en pos del célebre e importante sacramento del bautismo, que recibieron David Alejandro y José Guillermo, de manos del P.P. Rafael Gutiérrez Zapata, quienes el día anterior junto con sus padres vieron salir en hombros con par de orejas en la espuerta a su flamante padrino del World Trade Center de Boca del Río, también en dicha entidad, para posteriormente darse cita en la preciosa Hacienda “San Bartolo” y disfrutar del convite para más de 160 personas que se ofreció, el cual fue amenizado entre sones regionales y notas de folklore latino del internacional grupo “Renacer Jarocho”, incluida una muy particular interpretación de la “Pelea de Gallos”, para agasajar a Arturo.
Así pues, fue agradable conocer una faceta más personal de la nueva primera figura de México, quien en todo momento convivió con sus “compadres” y la familia de éstos; cantó, dirigió el brindis señalado el orgullo, gusto y profundo agradecimiento que sentía por haber sido elegido para apadrinar a sus ahora ahijados y pertenecer a esa gran familia, cumplió cabalmente con el tradicional “bolo”, se dio tiempo para tomarse fotos con las “primas”, bailar el “payaso del rodeo”, platicar de sus proyectos futuros en España, incluidas las corridas que ya tiene amarradas en Madrid, Sevilla y Valencia -que en otro momento comentaremos- y reivindicarle a cada momento su amor a Esther, lo que nos demuestra, que con el traje de luces o sin él es un gran hombre en toda la extensión de la palabra.
*Escucha estas y otras notas
éste sábado a las 4 de la tarde en www.radioemedia.com dentro
del programa “CASTA BRAVA” Comentarios: cagba@hotmail.com
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