29 diciembre 2009

De Toros y Toreros desde Aguascalientes


  •  por Pedro Julio Jimenez Villaseñor 


(pedrojuliojmzv@hotmail.com)

DE TORO... UN POCO.
APENAS EL pasado domingo nos decía Arturo Saldívar desconocer el día exacto de su esperada reaparición en los ruedos, hoy martes recibimos un correo desde España en el cual nos dan ya la fecha firme, la oficial. Será el 5 de febrero en “su casa”, en Valdemorillo, lo de Santa Cruz de Retamar ha quedado solamente en una grande cicatriz en la ingle derecha, en la mente nada, mejor dicho, la ilusión de volver a vestir de luces tapa todo, al cesto del olvido la cornada.

POR CIERTO que les recomendamos el video de la entrevista con este novillero, lo notamos muy centrado, más maduro, mostrando abiertamente lo que busca, lo que quiere, inclusive nos permitió filmar la pierna herida, la impresionante cicatriz y lo hicimos con el único fin de mostrar lo que hacen los toros a aquel que se queda quieto.

AL PARECER una positiva cuenta regresiva ha comenzado para Víctor Mora, de volver a tener actividad constante como corresponde a todo aquel que corta las orejas en una plaza de primera, creo firmemente que la plaza “México” es de primer orden, así la quieran “sus manejadores” hacer de cuarta categoría, y Víctor abandonó ese coso en hombros y luciendo en sus manos dos apéndices, eso, creo yo, es ser un torero que merece ser tomado en cuenta, sin embargo no fue así y por mientras se les ocurre a esos “desorganizadores” llamarlo, va el domingo a Tlaltenango, Zacatecas, va a Las Vegas, Nevada, a finales de enero y al parecer a la primera de las tardes en Encarnación de Díaz, Jalisco, en la feria de febrero.

DESGRACIADAMENTE LA nota que dimos hace más de tres semanas sobre de que “Angelino de Arriaga” no participaría en la novillada en Apizaco, Tlaxcala, resulto de acuerdo a nuestra información. El hermano menor de José Luís Angelino no alcanzó a encontrar una plena recuperación de la cornada por tierras hispanas y de ahí que prefiriera, de maneras muy correctas, aplazar el debutar ante sus paisanos. El “Boris”, como le llaman por su casa, es muy joven, prisa no la hay y al igual que Arturo Saldívar, la próxima ocasión que se le vea partir plaza será por tierras europeas. A otras cosas, curiosas por cierto.

PARA EMPEZAR recordemos aquella frase que “Cúchares” le dijo a su hijo, “Currito”, una tarde en que vestido de grana y oro. Andaba el torero bregando de malas maneras con un toro que le había volteado ya varias veces: “¡Cómo no te va a coger el toro, hijo, si vas vestido de muleta!”... Por tanto, vestir de grana y oro ha sido siempre “arriesgado”, tal vez el traje más torero de todos, y es signo de valentía y “desafío” al toro.

 Mentira rotunda, las reses no distinguen los colores como los que leemos, y tomamos datos, de varios lugares, revistas, viejos periódicos y algún correo electrónico que nos envían. De grana y oro vestía el día de su muerte “Joselito”, “El Gallo”, Miguel Báez, “Litri”, los hermanos Fabrilo, Julio y Paco, y el mexicano Eduardo Liceaga. También Mariano Montes vestía de grana y oro la tarde de su muerte. En los hermanos Fabrilo además, con la trágica coincidencia que fue con el mismo vestido, la muerte en ambas ocasiones. Matan a Julio y posteriormente Paco lo usa y le mata un toro. A pesar del temor y mala creencia de que los vestidos de luces en “canario”, amarillo, es de mal fario, son el azul, el rosa y el grana los colores “predilectos” de la muerte. De rosa vestía “Manolete”, José Falcón, “Paquirri” y “El Yiyo”, murieron vistiendo ternos en diferentes tonos de azul. Julio Robles vestía así la tarde que quedó paralítico.

POR UNA situación muy extraña, entre los taurinos se dice “tabaco” a una cornada grande y grave, pero tampoco el vestido de este color es sinónimo de tragedia. ¡Suele suceder!. Quien sí murió vistiendo un terno canario, fue Alberto Balderas, ayer se cumplieron 69 años que “Cobijero”, de “Piedras Negras”, le quito la vida al llamado “Torero de México”... Nos Vemos.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios a esta entrada